Fue un buen gesto que los alcaldes de Nuevo León, especialmente los ediles tan bien vistos por los vecinos que gobiernan, como es el caso de Héctor García de Guadalupe (uno de los mejor evaluados en las encuestas reales a nivel nacional), fueran al encuentro en el World Trade Center en la Ciudad de México con la presidenta Claudia Sheinbaum.
Fue un pésimo gesto que alcaldes del PRI y del PAN, especialmente Daniel Carrillo, edil de San Nicolás (uno de los peor evaluados en las encuestas a nivel nacional), fueran a este evento, mostrando la peor cara de su hipocresía política.
Fue un buen gesto que, sin distinción de siglas ni ideologías (si es que existe alguna), los alcaldes del PRI y del PAN de Nuevo León —y ya no se diga de Morena y Movimiento Ciudadano— conocieran los proyectos de infraestructura y los apoyos sociales del Gobierno federal que les compartió Claudia Sheinbaum, y que, si se ponen listos, habrán de beneficiarlos como alcaldes.
Fue un pésimo gesto, sin embargo, que alcaldes insidiosos como Daniel Carrillo, de San Nicolás, exigieran a la mandataria que les entregue a la brevedad los recursos pendientes; demanda fuera de lugar en ese evento del World Trade Center.
Fue un buen gesto que alcaldes tan enfocados y experimentados como Héctor García, de Guadalupe, dedicaran este encuentro a establecer alianzas productivas, abriendo acuerdos con funcionarios del gobierno federal, con un inteligente sentido de la oportunidad, como deben ser los ejemplares servidores públicos como Héctor García.
Fue un pésimo gesto que alcaldes como el panista Daniel Carrillo usaran ese foro como escaparate y tiro al blanco, reclamando una convención nacional sin sentido, donde se discutan sus problemas locales, con una prepotencia rayando en lo ridículo.
Fue un buen gesto que alcaldes como Héctor García de Guadalupe llegaran a este evento federal poniendo por delante los intereses populares de los ciudadanos que gobiernan y obteniendo resultados concretos que muy pronto se revelarán públicamente.
Fue un pésimo gesto que ciertos alcaldes del PRI y del PAN, cuyos partidos han declarado a nivel federal la guerra abierta y sin cuartel a Claudia Sheinbaum, llegaran al evento exigiendo, como caciques, que se reprimiera al gobierno del Estado, de la misma forma en que piden en otros foros nacionales, incongruentemente, que se ataque sin piedad a la presidenta Sheinbaum.
Quienes mostraron buenos gestos en el evento del World Trade Center saldrán ganando con recursos federales que les llegarán a través de las gestiones estatales.
Quienes mostraron los peores gestos en este evento evidenciaron su falta de colmillo, de mano izquierda, su cinismo prepotente y su anticipada derrota electoral de cara a las elecciones de 2027, entre cuyos protagonistas destacan positivamente alcaldes tan bien vistos por la ciudadanía (ya no solo de su municipio), como el alcalde Héctor García de Guadalupe. Habrá que seguirlo de cerca y aprenderle su manejo político porque ya es maestro de gestión pública de la mejor escuela.