Aquí te explico cómo es que la poda cerebral moldea tu comportamiento.
El cerebro humano es una de las estructuras más complejas y asombrosas del cuerpo, y su desarrollo ocurre a lo largo de toda la vida. Un proceso fascinante y fundamental en este desarrollo es la poda cerebral.
A pesar de que la palabra “poda” nos evoca imágenes de jardinería, este proceso en el cerebro tiene que ver con la eliminación de conexiones neuronales que no se utilizan o que no son necesarias para un funcionamiento eficiente del cerebro.
Esta actividad, que tiene lugar en diversas etapas de la vida, tiene un impacto directo en cómo pensamos, actuamos y nos relacionamos con el entorno. Es un proceso natural por el cual el cerebro elimina las conexiones neuronales que no son necesarias, o que no se han reforzado a lo largo del tiempo.
Durante la infancia y la adolescencia, el cerebro tiene una enorme cantidad de conexiones sinápticas, como si fuera una red densa. Sin embargo, no todas estas conexiones son útiles; aquellas que no se utilizan con frecuencia o que no son necesarias para el aprendizaje o la adaptación son eliminadas.
Este proceso, en gran parte, ocurre en la corteza prefrontal, que es la zona encargada de las funciones cognitivas superiores como el razonamiento, la toma de decisiones y la regulación emocional.
Comienza en la infancia, un periodo en el que el cerebro tiene una increíble capacidad de crear nuevas conexiones neuronales. Durante esta fase, el cerebro forma una gran cantidad de sinapsis, lo que facilita el aprendizaje y la adquisición de nuevas habilidades.
A medida que crecemos, el cerebro realiza la eliminación de las conexiones que no han sido reforzadas por la experiencia. Este proceso sigue su curso a lo largo de la niñez y adolescencia, y su mayor intensidad se da alrededor de los 2 a 3 años de edad, así como durante la adolescencia, entre los 12 y los 20 años.
Este proceso tiene un impacto directo en el comportamiento de las personas, especialmente en las etapas de la infancia y la adolescencia. Durante estos periodos, los cambios en el cerebro pueden influir en la manera en que las personas responden emocionalmente a su entorno, toman decisiones y se comportan en situaciones sociales.
En la adolescencia, el cerebro está en pleno proceso de reconexión, lo que puede explicar algunos de los cambios en el comportamiento típicos de esta etapa, como la búsqueda de independencia, la toma de riesgos, la intensidad emocional, y las ganas de dormir mucho.
Un cerebro que pasa por este eficiente proceso, es capaz de tomar decisiones más racionales y controlar mejor sus impulsos, mientras que un cerebro que no lo experimenta adecuadamente puede mostrar signos de problemas emocionales o de comportamiento.
En algunos casos, el estrés prolongado o experiencias negativas durante la infancia pueden interferir con el proceso, lo que afectaría el desarrollo cognitivo y emocional a largo plazo.
La poda cerebral es un proceso esencial para el desarrollo del cerebro, que permite a las personas adaptarse mejor a su entorno, aprender de manera más eficiente y regular sus emociones.