Opinión

La hidrofobia, Primera parte

Sección Editorial

  • Por: Guillermo Fárber
  • 01 Febrero 2024, 02:05

Mal poco usual (o al menos visible) en el Mahatlán de mi infancia y adolescencia.

Hidrofobia: significado, síntomas, causas y tratamiento, por Pol Clapers Guardi (acortar.link/beNIOS).

“Las fobias se pueden presentar de mil y una maneras, incluso en cosas que son totalmente beneficiosas para nuestra salud. Este sería el caso de la hidrofobia. Esta fobia consiste en tener un miedo atroz e irracional al agua. La persona que padece hidrofobia se ve incapaz de ir a lugares donde esta abunda, como la piscina o la playa, por temor a ahogarse. En otros casos se tiene tanto miedo que se ven incapaces de beber agua, siendo este un gran problema para la salud.
 
Hidrofobia: significado

La hidrofobia nace de las dos palabras griegas “hidro” (agua) y “fobos” (miedo), por lo que es fácil suponer que el significado de hidrofobia es miedo al agua.

Hidrofilia. El término filia corresponde a la palabra amistad o afinidad en su etimología griega. Se utiliza sobre todo en la descripción de sustancias químicas que pueden ser solubles en agua o en botánica para hacer referencia a plantas que usan al agua como medio para su polinización. En la psicología, su símil más cercano sería la acuafilia, un tipo de parafilia o fetiche que se utiliza para denominar las personas que disfrutan de hacer actividades sexuales bajo el agua.

Hidrofobia. La hidrofobia es una respuesta de miedo descomunal al agua y a muchas actividades relacionadas con ella, como la natación.
 
Hidrofóbico: definición

La hidrofobia se puede expresar de maneras distintas. La alta ansiedad puede ser dada por el miedo al ahogarse al nadar, ya siendo por la creencia falsa o no de que no se tiene la habilidad suficiente para nadar o que puede ocurrir algún accidente. Este tipo de hidrofobia no tiene como foco principal el temor al agua en sí misma, sino que va más enfocada al miedo a morir sofocado por el ambiente en el que se está, que luego se generaliza a la fobia al agua profunda. 

En un principio este tipo de fobia suele pasar desapercibido porque es poco frecuente que la persona hidrofóbica se encuentre delante de situaciones donde tiene que nadar y no acostumbra a afectar a la calidad de vida por esta razón, aunque podría suceder si el miedo se extiende al uso de vehículos marítimos como los barcos.

Otro tipo de hidrofobia sería el pánico al agua como tal. Las personas que lo padecen sienten una aversión extrema al agua e intentan evitar el contacto con ella lo máximo posible por la cantidad de ansiedad que sufren. Esto puede llegar a colmar en evitar baños o entrar en la ducha o dejar de beber agua. En estos casos la calidad de vida se podría ver afectada, comportando problemas de higiene y salud al no ducharse, afectando en consecuencia a su vida social. No beber agua claramente conduciría a la deshidratación y a graves problemas de salud si no se trata.
 
Hidrofobia: síntomas

Al formar parte de los trastornos de ansiedad específicos o fobias, la hidrofobia comparte muchos síntomas propios de la ansiedad. Suelen aparecer delante del estímulo que provoca el miedo, en este caso el agua, o incluso imaginando situaciones donde está presente. Cada persona puede sufrir diferentes síntomas y lo viven de manera única, pero suelen estar agrupados en las siguientes categorías:
 
Hidrofobia: síntomas físicos
· Mareos.
· Hiperventilación.
· Taquicardia.
· Vómitos.
· Dolor de barriga.
· Nervios.
· Sudoración.
 
Hidrofobia: síntomas cognitivos

En los casos de fobia, el miedo se presenta conjuntamente con pensamientos o creencias irracionales intrusivos que agravian y mantienen la ansiedad elevada. Este tipo de pensamientos son dedicados a ideas catastróficas y ocurrencias negativas que podrían suceder en situaciones donde el elemento que causa el miedo estaría presente.

Cuando el miedo reside en el ahogamiento por nadar, los pensamientos que formarían el cuadro sintomático serían aquellos que exagerarían las probabilidades de ahogarse o que remarcarían la incapacidad de poder nadar. Mientras que en los casos de aversión al agua, los pensamientos estarían enfocados en que la persona se ahogaría si bebiera agua o la creencia errónea de que el agua es una sustancia nociva”.

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