La ironía de las redes sociales es que nos desconectan.
¿Te despiertas y lo primero que haces es ver el celular?, ¿Sientes la impaciencia por revisar si te llegó un mensaje?, ¿Se te va el tiempo viendo stories?, ¿Antes de dormir la forma de “descansar” es viendo el celular? Si contestaste que sí a la mayoría… es muy probable que estés cayendo en un ciclo adictivo a redes sociales.
Sí, las redes sociales están diseñadas para ser adictivas. Quizá la causa moderna y más irónica de soledad, aislamiento y hasta depresión, viene de éstas. Por una parte, cuando se usa con moderación y responsabilidad, hacen la vida más fácil e incluso mejor.
Podemos estar conectados y en comunicación con amigos, de cerca o de lejos; es también una oportunidad para compartir una parte de tu vida y hasta para promover causas o negocios.
Por el contrario, el mal uso puede ser todo menos social. Puede ser también un lugar muy gris, utilizado para criticar, ‘cancelar’, excluir. Sobre todo el sobreuso o adicción a las redes puede ser silenciosamente engañoso.
Todos hemos visto o estado en grupos de amigos o familias comiendo juntos pero clavados en las pantallas del celular. De hecho, cada vez empiezan a haber más estudios que evidencian el lado obscuro de las redes sociales, incluyendo el riesgo constante de aislamiento, soledad y ansiedad.
Algunos riesgos a partir del uso excesivo del celular incluyen: Reducción de habilidades de comunicación verbales y no verbales, reducción de interacción en persona, correr peligros por estar distraído -choques, tropezar, no estar al pendiente de tu alrededor-, mayor sensación de vacío, adicción a estar conectados.
FOMO fear of missing out que se traduce a miedo o ansiedad a perderse de eventos o situaciones… y la lista puede seguir pero la última que quiero resaltar es: Un sentido falso de intimidad.
La pregunta es, si teniendo miles de maneras para comunicarnos y crear grupos sociales, ¿por qué tantas personas reportan sentirse aislados, vacíos y solos? Quizá la clave no es comunicarse más con los demás sino cómo mantenemos el diálogo y conexión con nosotros mismos.
El sentimiento de soledad es una señal de no estar escuchándonos, ni atendiendo nuestras necesidades. Pasamos muchísimo tiempo enfocados en lo externo que se puede volver muy fácil pasar por alto nuestra voz interior. Ser negligente contigo sólo te llevará a intensificar ese sentido de soledad, por más selfies, stories o videos que subas.
Por eso, recuerda que #noesdelocos desconectar para conectar contigo, #noesdelocos pedir ayuda si no sabes por dónde comenzar.