Hace unas semanas, vino mi hermano mayor a casa; ya que vive fuera de México, sus visitas son verdaderamente un tesoro que tratamos de aprovechar al máximo toda la familia, sobre todo los sobrinos, porque es el tío divertido, el que tiene muchos temas interesantes sobre videojuegos y además muchos juguetes, que en ocasiones no sabemos si los disfruta más él o los pequeños de la familia.
Mis hijos y sobrinos se quedan fascinados con su colección de comics y algunos juguetes de colección que tiene, todos ruegan porque les permita jugar con sus figuras de personajes del anime que son verdaderas obras de arte, pero el mayor acercamiento es contemplarlos en las manos del tío, ya que “con esos no se juega”.
Curiosamente, días después de este momento llegó a mis manos un artículo muy particular que hablaba de los “Kidults” kid (niño) y adult (adulto), adultos que buscan todo tipo de juguetes relacionados con su infancia y los personajes que les marcaron durante su etapa infantil.
En unos casos por coleccionismo, en otros por nostalgia, para muchos kidults volver a las construcciones, legos, muñecos o rompecabezas... supone una forma de recordar la niñez, y disfrutar de todos aquellos buenos momentos.
Los kidults son una creciente comunidad de adultos que se niegan a dejar atrás la magia de la infancia. El término define a personas maduras de entre 25 y 50 años o más, que por afición o coleccionismo quieren recuperar juegos y juguetes de su infancia.
Pero los kidults no son simplemente nostálgicos, también son apasionados coleccionistas y entusiastas del juego. Su interés va más allá de la simple nostalgia, ya que buscan calidad.
Para muchos, el coleccionismo de juguetes se ha convertido en una forma de arte y expresión personal, buscan rareza y autenticidad en sus adquisiciones, es una manera de preservar la cultura pop y revivir momentos memorables de la infancia.
Cabe aclarar que los kidults, no están negados a crecer, o asumir las responsabilidades de un adulto, y creo que esto es muy importante señalarlo, ya que se podría confundir este gusto por coleccionar y comprar artículos relacionados con la infancia, con una resistencia a crecer o hacerse independiente como sucede con el síndrome de Peter Pan.
Los kidults son adultos maduros que saben equilibrar la diversión con las responsabilidades de la vida diaria. Si nos ponemos a analizar esta situación, pudiéramos concluir que esta afición por los juegos de video o los coleccionables son una válvula de escape de las tensiones de la vida diaria.
Creo que todos conocemos a un buen amigo que sigue jugando algún videojuego o los clubes de los juegos de fantasía, donde te puedes relajar un rato y olvidar la presión del día, pero con la madurez de saber que mañana habrá que volver a la oficina a seguirle.
La Dra. Clara de Asís concluye:
“El juego se suele relacionar con la infancia, pero no es solo una actividad propia de esta etapa. El juego es mucho más que el valor educativo y pedagógico que aporta, ya que nos acerca al momento presente y es una de las pocas actividades que se hacen porque sí y no por el resultado"
“A los adultos les ayuda a liberar tensiones, a superar momentos de ansiedad, estrés o tristeza, ya que ayuda a desconectar del día a día y de la rutina”