¿Quién asumirá la gubernatura de Nuevo León después de Samuel García? Te lo adelanto
Sin Censura
La elección para gobernador de Nuevo León en el 2027, es decir, quien ocupe el cargo cuando Samuel García concluya su mandato en 2027, se resolverá en este 2025.
Dicho de otro modo, para 2026 ya estaremos todos los nuevoleoneses encarrerados, montados y armados.
Los procesos electorales no arrancan el año previo a los comicios, sino dos años antes. Eso se lo escuché decir, si mal no recuerdo, al arquitecto Abel Guerra.
¿Qué se hace entonces el año previo a la elección? Calentamiento del aspirante. Puesta en marcha del grupo cercano que habrá de acompañarlo en su trajinar por el Estado. Cálculo de riesgo y capital semilla. Planeación y concreción. Pero el pistoletazo de salida será este año en alborada. 2025 es el punto de partida.
Yo, que he levantado más de seis empresas exitosas, principalmente en el ramo restaurantero (porque de la política solo soy analista, aunque eso sí muy bien informado), comparo hasta cierto punto una campaña electoral con la constitución de una empresa.
La diferencia es que una empresa se constituye para durar muchos años, y una campaña se constituye para durar unos cuantos meses.
Ya después, a quien mantenga a flote y con buen margen de utilidades una empresa privada, y sobre todo aportando propuesta de valor, se le llama emprendedor (a mucha honra). Y, en cambio, al ganador de una gubernatura que quiera ver el servicio público como empresa o como negocio patrimonialista, se le llama corrupto. No hay de otra.
Es muy triste que quien nos gobierne no sea derivado de una democracia sino de una kakistocracia (que en griego quiere decir el gobierno de los peores).
Y más triste es que no asimilen mi lema de batalla: “cuando se cree tener todo el poder, se demuestra que todo el poder nunca se tiene”.
Y te adelanto una exclusiva, un augurio y una certeza.
La exclusiva: no será quien más lo presume hoy.
El augurio: ¡será mujer! La certeza: lo definirá la presidenta.
Con esto te digo claramente que yo no vengo a suministrarte buenos deseos ni a endulzarte los oídos, sino a proveerte de hechos y, sobre todo, de realismo político.
Nada gano yo con mentirte ni tú con vivir engañado. Las cosas son como son. Y serán como serán. Te guste o no.