No permitas que tu relación se esfume; si estás pensando en qué momento dejaron ‘de verse’ es momento de tomar acción.
Con mucha frecuencia escucho no solo en consulta, sino en muchos espacios sociales, la queja constante de parejas que no se sienten vistos, reconocidos, o valorados por su compañero.
Es de verdad muy triste escuchar historias donde hubo cambios significativos como un nuevo tinte o corte de cabello, la adquisición de una nueva habilidad o incluso el inicio en una nueva disciplina y que la pareja no haga ninguna mención.
“Soy invisible”, comentaba una mujer de 35 años, cuando su marido ni siquiera notó que había aprendido a manejar y que por fin se había vuelto más independiente, al realizar las vueltas de la casa. “Ni siquiera notó que fui al súper a hacer las compras y que él no me llevó”.
Historias como estas y muchas más se escuchan en tanto lugares, y me hacen reflexionar sobre el papel de cada uno de los integrantes de esta pareja, que pareciera un fantasma en la vida del otro, y me llegan preguntas: ¿Será así de malo?, ¿en qué momento dejaron de verse?, ¿y nadie hace nada?, ¿a quién le corresponde la acción?.
Considero que el día de hoy me gustaría centrarme en un paso atrás, claro, para todos es más sencillo y práctico hacer referencia en las últimas acciones, pero es también muy importante revisar que pasó un momento atrás.
Hay ocasiones donde es necesario puntualizar los errores que se van teniendo día a día, pero dónde quedan los elogios, dónde queda el reconocimiento diario que nos gustaría recibir por las acciones o decisiones que tomamos, y es en este punto donde la figura de tu compañero se empieza a desvanecer, se empieza a mimetizar con el ambiente, donde ya no lo ves.
Y esto no tiene nada que ver con quién dé el primer paso, si tú lo observas, si a ti te duele, si tú lo sientes ¡HAZLO TÚ!.
La vida tiende a ser rutinaria, tenemos nuestros quehaceres, cada quien hace sus tareas, vamos al trabajo, regresamos; preguntamos: ‘¿Cómo te fue?’, y respondemos: ‘Bien, cariño ¿cómo estuvo tu día?’.
Hay que llevar a los niños a sus actividades, ir al súper… seguir la rutina de la vida diaria. Pero tenemos que hacer un alto intencionalmente y decir: ‘¿Sabes?, aprecio mucho cuando’… (hizo alguna cosa, puede ser sacar la basura), y eso tiene mucho valor, especialmente viniendo de personas que amamos, y por quienes nos preocupamos.
Si un extraño se te acerca y te dice algo alentador, eso es una cosa. Pero alguien que te conoce bien, que conoce todas tus fallas, tus miedos, tus inseguridades y temores, y te dice: ‘Aprecio mucho lo que hiciste’, eso es increíblemente motivador.
Son esas pequeñas cosas que hacemos en el día a día, una y otra vez, las cosas que son fáciles de dar por sentado. Por eso es de gran importancia decirnos mutuamente: ‘Me di cuenta de eso que hiciste. Muchas gracias’. Realmente no tiene que ser algo grande o exagerado, basta con las pequeñas cosas.
El volvernos invisibles es una tragedia en una pareja, el darnos por sentado al nivel de ni siquiera ocuparnos de atender al otro, no permitas que tu relación se esfume, HAZLO TÚ, inicia tú el movimiento hacia dónde quieres que tu equipo se dirija.