En el último tramo de las campañas en Nuevo León se intensificará la guerra sucia.
Umberto Eco la llamaba "La máquina de lodo". ¿De qué se trata esto que más que máquina es una técnica perversa para destruir la reputación de un oponente?
Te lo explico: la máquina de lodo es forzar el sentido común, insinuar una falsa sospecha y crear deducciones extra lógicas. Por ejemplo, se acusa a Samuel García de sacar raja política al accidente del cierre de campaña electoral en San Pedro.
En estos casos el protocolo indica que el Gobernador debe hacerse presente, apersonarse en el lugar de los hechos, coordinar las diversas instancias para auxiliar heridos y recorrer los hospitales para que los afectados sean atendidos adecuadamente. Justo lo que hizo Samuel.
Imagínate que hubiera sucedido lo contrario.
Ya veo a "La máquina de lodo" maquilando insultos a Samuel porque no dió la cara en el accidente, porque no visitó a los heridos en los hospitales o porque no recorrió el sitio de la tragedia. Hagas lo que hagas, "la máquina de lodo" siempre te cubrirá de fango, de la cabeza a los pies.
Es una estrategia nociva, inmisericorde. Hay quien dice que incluso es la esencia de las campañas electorales. Puede ser.
Entrevisté y analicé a casi todas las candidatas y candidatos que se postularon en Nuevo León por todos los partidos políticos. Con algunos me llevé agradables sorpresas. Otros entrevistados me decepcionaron porque en público reflejan su mediocridad y en persona delatan aún más su incompetencia. Otros tantos tienen todos los rasgos de ser representantes no oficiales del crimen organizado.
Sin embargo, aún los perfiles destacados, que resaltan para bien de los demás, no quedaron excluidos de la guerra sucia ni de "La máquina de lodo".
Algunos medios de comunicación tampoco estuvieron a la altura; fueron un componente más de la máquina de lodo. De igual forma difundieron chismes, calumnias, denuestos que son las municiones de la guerra sucia. Buscaron el chayote.
Las campañas electorales se terminan el próximo miércoles.
El 2 de junio decidiremos quién ganará los más de 2,000 cargos públicos que están en disputa.
En estos 3 días que quedan de campañas, la máquina de lodo acelerará su producción de inmundicia.
Y tiene un componente no menor: las redes sociales. Se acusará a candidatos por violación en Instagram, por acoso sexual en Facebook, por violencia doméstica en X y otros delitos de ese calibre. Estemos prevenidos.
De la mano de la máquina de lodo está también la máquina de los ataques personales virtuales y físicos. Se han quemado carros deliberadamente. Han golpeado operadores políticos, simpatizantes de uno u otro partido. Algunos han ido a dar a un hospital por lesiones graves. El ambiente electoral se está ensombreciendo. Así ha sido siempre, se ha normalizado para mal en estos procesos. Pero tanto atentado a la integridad personal tiene que frenarse.
Las campañas electorales pasaron de ser contiendas de ideas a volverse cajas de Pandora.
Los demonios andan sueltos y llevan una daga entre los dientes.