Opinión

Febrero… se agotarán los ansiolíticos

Sección Editorial

  • Por: Eleazar Ávila
  • 31 Enero 2024, 00:51

Les afirmé oportunamente que diciembre, sus posadas y las felices fiestas, son un suspiro mercadológico y que enero tradicionalmente no existe. Inicia tarde, muy lento en agarrar el ritmo y pues ya se acabó, con un recuento de lo que se resume en una palabra: incertidumbre.

“Tácitamente” decía Tácito: “La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre”, y en este sentido, mañana comenzamos el mes previo a la guerra constitucional por la Presidencia de la República.

Para empezar, estamos en la víspera de lo federal y, hasta que se resuelvan estos temas, tendremos en agenda lo que corresponda a los asuntos locales. Dicho en castellano, van diputaciones federales y Senado.

Y posteriormente los diputados locales y las alcaldías, lo que nos lleva a los curiosos, a los medios, a los “enfermos”, a los grillos, a los primeros, segundos y terceros interesados, a que nuestra ansiedad suba de nivel.

 Y se agota el clonazepam, que dicen los libros y MedlinePlus “se utiliza solo o en combinación con otros medicamentos para controlar ciertos tipos de convulsiones”. No sé si eso incluye a las políticas.
Y de ahí en adelante a consumir ansiolíticos similares como diazepan, clordiazepoxido, bromazepam, alprazolam, lorazepam y midazolam, además de los naturales como kava, pasiflora, valeriana, manzanilla, lavanda u toronjil, que otros preferirán, porque está de moda, aceite de cannabidiol (CBD); es decir, sustraído de la marihuana.

O simplemente el yoga, el gym, la meditación o “ponerle no literal”, el pecho a las balas; es decir, a las circunstancias, con la recomendación de reconocer de si hicieron bien el trabajo o si, ahora este mismo estrés es producto de las tareas no realizadas.

¿Qué va a suceder? Decía el poeta chiapaneco Sabines: “Yo no lo sé de cierto”, pero el punto es que los candidatos por la Presidencia lo que quieren son votos, para ellos en primera persona y para confirmar un Congreso que, en el caso de AMLO/Claudia, es por ganar la mayoría calificada.

Como se lee en el portal del sistema de información legislativa (acortar.link/bAVtjf).

“Considerando que la Cámara de Diputados está integrada por 500 legisladores, se requieren 334 votos para alcanzar una mayoría calificada –o un número menor, según el total de asistentes a la sesión–; en la Cámara de Senadores se requerirían 85 de 128 legisladores para lograr dicha mayoría, variando el número en función de los senadores presentes en la sesión de Pleno”.

De eso se trata este juego que se está cocinando y del que, claro, ya quisiéramos conocer los equipos completos de cada distrito, municipio y estado, como para saber el “cómo masca la iguana, el cocodrilo, el jaguar, el venadito cola blanca y la tortuga lora”.

Mientras, a hacer de tripas corazón, que, según la RAE… es el “esforzarse para disimular el miedo, dominarse, sobreponerse en las adversidades”.

Así que cada quien sabrá cómo andan sus morrales, si han realizado el suficiente esfuerzo de tiempo, de talento y sobre todo de dinero.

Remember que en política lo más barato es el dinero.

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