Alergias. El impacto de la contaminación y el poder de las plantas medicinales
Herbolaria y Salud
Las alergias son una respuesta del sistema inmunológico a sustancias extrañas conocidas como alérgenos. Estas reacciones pueden manifestarse de diversas maneras, desde irritaciones leves en la piel hasta inflamaciones severas en los bronquios, enrojecimiento ocular, secreción nasal líquida y ataques asmáticos.
En las últimas décadas, el aumento de la contaminación ambiental ha agravado significativamente los casos de alergias y enfermedades respiratorias.
La mala calidad del aire en ciudades industrializadas ha incrementado la prevalencia de afecciones como la rinitis alérgica y el asma. Según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), los contaminantes pueden actuar como desencadenantes o agravantes de estas enfermedades, afectando especialmente a poblaciones urbanas.
Afortunadamente, la naturaleza nos ofrece una variedad de plantas medicinales con propiedades que ayudan a controlar y reducir los síntomas alérgicos. Entre las más efectivas se encuentran:
- Hiedra (Hedera helix): Con propiedades antiinflamatorias y expectorantes, es útil para aliviar la inflamación de las vías respiratorias y facilitar la eliminación del moco.
- Cola de caballo (Equisetum arvense): Fortalece el tejido de las mucosas en la nariz, tráquea y pulmones, protegiéndolos contra alérgenos. Además, mejora la respuesta del sistema inmune y su efecto diurético favorece la eliminación de toxinas.
- Fenogreco (Trigonella foenum-graecum): Actúa como emoliente, aliviando la irritación en los tejidos afectados por reacciones alérgicas.
- Menta (Mentha piperita): Su efecto expectorante ayuda a despejar las vías respiratorias, facilitando la eliminación de flemas y mejorando la respiración.
Una infusión combinando estas cuatro plantas puede tomarse tanto de manera preventiva como para aliviar síntomas ya presentes. Son seguras para el consumo diario, especialmente durante las estaciones en las que las alergias suelen intensificarse.
Existen otros aliados naturales contra las alergias, como la Echinacea (Echinacea purpurea), que modula el sistema inmune, ayudando a controlar las respuestas alérgicas y fortaleciendo las defensas del organismo.
También tiene efectos antiinflamatorios y antibióticos. El aceite de hígado de bacalao, rico en vitamina D, posee propiedades antiinflamatorias y fortalece los pulmones, siendo especialmente beneficioso para quienes padecen asma o alergias respiratorias.
Las reacciones alérgicas también pueden afectar la piel, provocando irritaciones, erupciones y dermatitis.
Para estos casos, se recomienda el uso de plantas con propiedades depurativas y antiinflamatorias como la Zarzaparrilla (Smilax aspera) y Bardana (Arctium lappa), ambas contribuyen a la eliminación de toxinas, y en especial la Bardana posee una acción purificante sobre la piel, reduciendo la inflamación y aliviando las molestias.