Le pregunto a un senador de Morena “off the record” qué opina del asalto de manifestantes anti-Reforma del Poder Judicial al salón del Pleno de la Cámara de Senadores.
Obviamente, me explica que había infiltrados familiares de Alito, que se descubrió a Ricardo Anaya dialogando previamente con los manifestantes y que seguramente los mandó la ministra Presidenta Norma Piña a cometer tales desmanes. Pero que la Reforma va porque va.
No hay vuelta atrás.
Le pregunto a un senador del PAN “off the record” qué opina de esta trifulca en el Pleno. Obviamente, me dice que no había de otra, porque el oficialismo se cerró a las voces ciudadanas disidentes de esta Reforma retrógrada, que empeorará sin duda el sistema de justicia en México, ya de por sí tan corrompido. También comentó que no se respeta la carrera profesional de los funcionarios de justicia, que es de las más complejas y esforzadas del mundo.
Le pregunto al senador de Morena “off the record” si no es autoritario que se elija a ministros y magistrados por votación popular. Obviamente, me responde que lo más fácil sería dejar las cosas como están, y así la próxima presidenta Claudia Sheinbaum incurriría en la práctica histórica de nombrar a los ministros, que constitucionalmente le corresponde. Mandaría, como es usual en estos casos, una terna al Congreso, que de no ser aprobada por mayoría calificada, ella podría decidir finalmente quienes serían los nominados, quedándose así con el control de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Así que el voto popular implica poner en riesgo esa prerrogativa presidencial.
Le pregunto “off the record” al senador del PAN si no sería más fácil para la próxima presidenta dejar la designación de ministros como está, en vez someter dicho proceso por votación directa, y me responde que el secreto perverso no está precisamente en la votación, sino en la manipulación de los filtros por los que se decidirán los nombres de los aspirantes que aparecerán en las boletas.
Le pregunto a mi conciencia “off the record” qué es lo mejor para México, y obviamente yo mismo me respondo que el sistema de justicia, el federal y el de aquí, de Nuevo León, tiene infinidad de fallas, anomalías y corrupción; por lo que ya no puede seguir intacto, pero que la Reforma del Poder Judicial merecía definitivamente una depuración de sus procedimientos y una limada de sus propuestas.
Le pregunto al fantasma de Adolfo López Mateos “off the record” qué opina de la elección de ministros de la Suprema Corte y demás funcionarios del Poder Judicial, y el fantasma me responde, obviamente, con una de sus célebres frases que contaba a sus amigos cuando aún era presidente de la República: “Los requisitos ideales para ser ministro, o magistrado o juez son: primero, ser leal; segundo, ser leal; y tercero, ser leal. Y si además sabe Derecho, mejor".
Finalmente, te pregunto a ti, lector “off the record”, qué opinas de la impartición de justicia en Nuevo León y si crees que esta reforma mejorará las cosas en el Poder Judicial de México. ¿Qué me respondes?