¿Cómo te ha ido con tanto frío y noticias? Espero que te encuentres bien abrigado o abrigada, con un cafecito en la mano. ¿Estás igual que yo, que ya no quieres ver noticias? Pues llegó, al fin, el presidente Donald Trump a la Casa Blanca y, desde hace algunas semanas, ha desatado una nueva ola de incertidumbre con iniciativas que afectan directamente a las familias latinas en Estados Unidos.
Entre deportaciones masivas, la eliminación del derecho a la ciudadanía por nacimiento y posibles impuestos de hasta el 10% sobre las remesas, lo que reduciría significativamente los ingresos de millones de familias. Sin embargo, la historia nos enseña que las comunidades latinas tienen resiliencia, resistencia y capacidad de adaptación, valores que nos distinguen y nos hacen salir adelante de cualquier situación.
Es triste, solo pensar en el éxodo de migrantes que ya está iniciando. Uno de los impactos más inmediatos es el riesgo de separación de familias debido a las deportaciones masivas. Con más de 5 millones de niños ciudadanos estadounidenses que tienen al menos un padre indocumentado, las posibles expulsiones podrían devastar emocional y económicamente a estas familias. Trump ha puesto el dedo en la llaga con la frontera con México e incluso ha declarado una situación de emergencia nacional, poniendo en marcha medidas que ha venido anunciando. Sin embargo, las redes comunitarias y organizaciones de apoyo han demostrado ser un pilar fundamental para mitigar estos efectos, ofreciendo asesoría legal y recursos emocionales para quienes enfrentan estas circunstancias.
Otra propuesta que genera alarma es la eliminación del derecho a la ciudadanía por nacimiento. Esta medida, considerada inconstitucional por muchos expertos, podría afectar a generaciones futuras, dejando a millones de niños sin un estatus legal claro. No obstante, iniciativas legales y la movilización de grupos pro derechos civiles han mostrado que la lucha por la igualdad y el reconocimiento no termina aquí.
Finalmente, el impuesto propuesto a las remesas amenaza con disminuir los ingresos de miles de familias en Latinoamérica, que dependen de este flujo económico para su subsistencia.
Estos desafíos no son nuevos. La historia de la humanidad está llena de ejemplos de exilios y migraciones masivas que, aunque dolorosas, han llevado al fortalecimiento de comunidades enteras.
Desde el éxodo en Egipto, pasando por los judíos después de la Segunda Guerra Mundial, hasta el más grande en América Latina: los millones de venezolanos que se han visto forzados a salir de su país.
África, China, Irlanda… son muchos los ejemplos de éxodos forzados, y estamos a punto de presenciar uno de cerca: los migrantes que serán expulsados de Estados Unidos.
Como dijo el escritor Gabriel García Márquez: “La vida no es lo que uno vivió, sino lo que recuerda y cómo lo recuerda para contarla”. Las familias latinas, a pesar de los obstáculos, tienen una narrativa de lucha y esperanza que no puede ser borrada por ninguna política.
En lugar de ceder al miedo, es momento de fortalecer los lazos comunitarios, informarnos y actuar.
Esto no puede ser un tema ajeno a nuestra realidad. Si podemos involucrarnos en ayudar a casas de migrantes, llevar donaciones o asistir a alguna familia que lo necesite no dudemos en hacerlo. Las amenazas de hoy pueden convertirse en los retos que nos impulsan a construir un futuro más inclusivo para todos.
Si eres una familia migrante, cuenta con nosotros. Si eres una familia que no está migrando, explícales a tus hijos la necesidad de que seamos parte activa del cambio. La historia nos ha enseñado que la unidad y la generosidad nos hacen salir adelante. Definitivamente, nada dura para siempre.
Me despido con una frase del expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama: “Creemos en un Estados Unidos generoso, un Estados Unidos compasivo, un Estados Unidos tolerante, abierto a los sueños de una hija de inmigrantes que estudia en nuestras escuelas y jura fidelidad a nuestra bandera”.
Esperemos que la razón y el sentido común guíen las decisiones de uno de los países más poderosos del mundo. De no ser así, estoy segura de que el poder de la empatía y la humanidad nos sorprenderán.
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Dra. Marysol Flores Martínez Conferencista | Autora | Consultora Doctora en Liderazgo y Desarrollo Humano Maestría en Psicología Neuroeducativa Catedrática del Tec de Monterrey Podcast en YouTube: FamiliaViva Fundadora de @familiaviva.mx