Elecciones azorrilladas, 1976. Cuarta parte
Sección Editorial
- Por: Adalberto Madero
- 22 Enero 2025, 00:51
Durante su designación como candidato del PAN a la alcaldía de Monterrey, Pablo Emilio Madero había prometido recorrer toda la ciudad. Sin embargo, su cobertura mediática no da testimonio de que haya tenido una actividad intensa. De los pocos eventos públicos que se dieron a conocer, el abanderado albiazul dedicó la mayor parte de sus discursos a criticar la reiterada “ley Zorrilla” y la política económica del presidente Luis Echeverría. Veámoslo a continuación.
El 6 de noviembre, habló sobre el desempleo, la economía, la burocracia y la ley Zorrilla. Señaló que, de llegar a la alcaldía de Monterrey, intentaría resolver de manera urgente el desempleo. Destacó que esta asignatura se ha pospuesto “y, como los avestruces, los políticos han escondido la cabeza para no ver ni oír acerca del problema y pasar el problema a otro”.
Indicó que se tenía que reconocer que Monterrey “no ha podido absorber a los inmigrantes y a los nativos que buscan empleo por la falta de confianza que ha creado la situación política y económica. Tenemos capacidad para dar empleo a quienes actualmente lo demandan, pero ello depende de la confianza que el sistema imprima en la sociedad”. De llegar a la presidencia municipal, instalaría la Comisión del Fomento para el Empleo y la Bolsa de Trabajo. La primera tendría como función crear un clima de confianza para propiciar nuevas fuentes de trabajo, y en la segunda concurrirían todas las personas que solicitaran trabajo, así como las que estuvieran dispuestas a ofrecerlo, facilitándose la localización de los empleos y brindándose trabajo seguro a más de 40,000 regiomontanos. Para el candidato, el desempleo era “un atentado a la dignidad humana, y en Acción Nacional estamos dispuestos a combatirlo”.
En cuanto a la economía, Madero Belden desmintió y censuró al presidente Luis Echeverría, quien había afirmado que “México no tiene una crisis económica”. Es sorprendente que el mandatario hiciera esta aseveración. “¿Que nos explique entonces por qué, en la época revolucionaria, cuando cada ejército emitía su moneda, ésta tenía más valor que el peso actual respecto al dólar? ¿No es esto un indicador determinante de que la credibilidad de nuestra moneda está más por debajo que en una época de lucha armada?”. Acabó diciendo: “No había peor ciego que el que no quería ver”. Sobre la ley Zorrilla, aseveró que era falso que el gobernador la hubiese consultado con el pueblo y los partidos políticos, destacando que “todos los partidos pedimos copia de la Ley Zorrilla y siempre la negaron, la aprobaron al vapor y, con ello, asesinaron la democracia en Nuevo León”. En ese mismo evento, fue abordado por un reportero de un rotativo local, a quien reiteró que, antes de otorgar regidores de partido, “primero se debería lograr el respeto al sufragio, rescatar la confianza popular y perfeccionar las leyes vigentes”.
El 7 de noviembre, acusó al PRI de haberle destruido su propaganda política colocada en el puente San Luisito. Destacó que “sobre los carriles de circulación de la avenida Constitución fueron instaladas láminas alusivas a la campaña. Tales láminas habían sido sostenidas por cables que las hacían pender de los barandales del puente”. Explicó que los cables fueron rotos por la gente del PRI y que este tipo de maniobras debía ser repudiado y la opinión pública debería darse cuenta de los actos vandálicos de los que se valía dicho partido “para salirse con la suya”. Agregó que, en el mismo puente, fue colocada propaganda croquista apoyando la candidatura de César Santos.
En el ciclo de conferencias “Proceso al régimen”, celebrado el 9 de noviembre, el Lic. Ramón María Nava González, del estado de Durango, ofreció una charla sobre el respeto a la propiedad y una crítica al régimen de Luis Echeverría. Señaló que, en tiempos electorales, los panistas deberían de plantear sus tesis políticas en el contexto del humanismo o solidarismo “para que no haya confusiones en torno a los objetivos filosóficos y políticos del PAN”. El día 13, en otro ciclo, Jovita Granados, consejera nacional e integrante de la comisión política del PAN de Chihuahua, señaló que la mujer mexicana estaba reclamando su lugar en el proceso sociopolítico del país. Resultaba injusto que se le menospreciara para desempeñarse en puestos públicos. Desde su punto de vista, el municipio era donde la mujer podía manifestar toda su fuerza productiva. “El municipio es una prolongación del hogar y es preciso que nuestras autoridades lo comprendan, permitiendo a las mujeres que disfruten de igualdad de derechos en relación al hombre”.
Para el día 17, un periódico local informó que, a la fecha, Madero había realizado 72 visitas de barrio, “en las cuales ha expuesto su programa de gobierno y ha hecho excitativas a los vecinos de la urgencia de cambiar el descontrol administrativo de la ciudad”. Esos recorridos diarios “siguen el programa de dedicar los días de entre semana a los mítines en cruceros y mercados, y los sábados y domingos a las mencionadas visitas de barrio, en las que el candidato entrega su mensaje consistente en la exposición de su programa de gobierno”.
El 26 de noviembre, a las ocho de la noche, en la plaza Hidalgo se llevó a cabo el último mitin de su campaña, al cual acudieron como oradores —además del candidato— Humberto Junco (candidato de Garza García), Guillermo Prieto (del PAN de Chihuahua), Edmundo Gurza (del PAN de Torreón), Luis J. Prieto (alcalde de San Nicolás) y Raúl Garza Sloan (jefe del PAN en Monterrey). Todos destacaron que Madero era “el candidato de los regiomontanos”. Los medios solamente publicaron una breve nota donde mencionaban a los participantes sin dar cuenta del contenido de sus discursos. Ese mismo día, concedió una entrevista en la que señaló que la Cámara de Diputados había traicionado al pueblo “al esconder las causas del desastre económico que padece el país, al negarse a discutir la cuenta pública del gobierno federal correspondiente a 1975”. Enfatizó que el déficit del gasto público no tenía precedentes en la historia: “Un peso de cada tres de lo que gastó el gobierno fue financiado con deudas, y esas deudas no son otra cosa que impuestos futuros”.
El 30 de noviembre, un diario local, en un cuarto de página, publicó el Himno de Pablo Emilio Madero, cuya estrofa más reiterativa decía: “Por eso canta Monterrey ¡QUÉ VIVA MADERO! para el respeto de la ley ¡QUÉ VIVA MADERO! El pueblo canta con valor ¡QUÉ VIVA MADERO! porque a la hora de votar, el PAN es el mejor”. De esta manera, el principal partido opositor cerraba su campaña con un gran trecho por andar a partir de la poscampaña.
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