Elección: Municipios, la verdadera guerra

Estamos literalmente a una semana para que comience la verdadera guerra; la de los ayuntamientos; 43 en Tamaulipas, donde no podemos anticipar los resultados.

Y aquí varias premisas que no tienen más deseo que decirles gratis, de mi cerebro y otras robadas de mis amigos, empezaré con dos.

1) Nadie debe confundir sus deseos personales con los colectivos. Y 2.- Una campaña no está ganada o perdida de antemano (Etienne). 3.- Están a tiempo de mandar literalmente “al carajo” a todo lo que te estorba y finalmente que, en una campaña están solos.

Aquí podemos hablar de muchos de los autores que a través de la historia nos han regañado y marcado el camino, como Maquiavelo sobre que “el que engaña encontrará siempre quien se deja engañar” y para cerrar esta parte, que según Fouché, “todo hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cuál es”.

Por lo mismo, es importante tomar nota. Tienen malditos siete días para comenzar una ruta para ganar, para ser derrotados, o para saber si de lo que se trata es de ganarse una lanita, porque son comparsa.

Hay una frase horrible, que la diré con respeto y sentido del humor sardónico. Las “utas” los “utos” políticos no entregan facturas, recibo, no obstante que lamentablemente muchos de los participantes dejan demasiadas huellas como para configurar que son lo que son.

Diría el filósofo alias El Piporro, “With money dances the dog…”

Pero bueno, si quieren de los filósofos mexicanos, ahí están todos los tratados de don Jesús Reyes Heroles. Sí, fue priísta; sin embargo, muchos de sus aforismos son válidos para todos los partidos políticos.

Pero como muchos de los candidatos se sienten bordados a mano y no saben ni gustan de leer los pasan de largo. En mi caso yo solamente cumplo con mi función de escribir, parte didáctica, parte sarcasmo.

“La política la hacemos nosotros, o la política se hace en contra de nosotros. En política hay que conocer para actuar y hay que actuar para verdaderamente conocer”.

“La política demanda pasión, pero, a la par, mesura, sosiego interno, dominio de sí mismo, para no intentar dominar a otro u otros; aspirar  a dominar las cosas y no a los hombres. Sin política se pueden hacer muchas cosas, pero gobernar, en el poder o en la oposición, es imposible”.

“Hay que aprender a salir limpio de los asuntos sucios y, si es preciso, a lavarse con agua sucia. Las luchas fáciles no son luchas, son trampas”

En fin, que son 43 campañas, cientos de candidatos entre partidos, candidatos para alcaldes, regidores, síndicos, y un ejército que está ansioso de lograr beneficios, directos, indirectos, negocios y obviamente empleo. 

“Hay quienes esporádicamente intervienen en la política con ánimo de hacer una buena inversión económica. Intentan con estas intermitentes incursiones no sólo recuperar lo que consideran su inversión, sino multiplicarla de tal manera que produzca los más altos dividendos posibles en el mundo. Ni los negocios deben llevar a la política, ni la política a los negocios. La mezcolanza es hiriente”.