Es una planta de origen europeo que se emplea con mucho éxito para tratar problemas de circulación deficiente, hemorroides y várices.
En inglés se le conoce como butcher's broom, que significa “escoba de carnicero”, debido al hábito de los carniceros de la región mediterránea de barrer con los tallos y hojas de este arbusto las sobras de carne que habían quedado en las tablas de cortar.
Debido a su parecido con la planta del espárrago, sus brotes tiernos son consumidos como estos, en forma aislada o conjuntamente en ensaladas. Es la raíz del Rusco la que se emplea de forma medicinal. De nombre científico Ruscus aculeatus, es considerado uno de los mejores venotónicos con el que cuenta la flebología moderna.
El Rusco contiene una sustancia activa conocida como ruscogenina, la cual se ha empleado vastamente en casos de insuficiencia venosa crónica, flebitis y hemorroides. El rusco aumenta la tonicidad de las venas.
Entre los efectos conocidos desde hace años de la ruscogenina, se encuentra el correspondiente a su actividad antiinflamatoria venosa, además de ejercer un suave efecto diurético útil en condiciones de estasis venoso.
Para pacientes con várices, tomarlo durante 8 semanas seguidas a modo de tratamiento, mejora sustancialmente los síntomas clásicos como sensación de quemazón, dolor y pesadez de las piernas, edemas y calambres en las pantorrillas. Esta actividad es comparable e incluso superior a la del Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum).
Si queremos tratar algún problema relacionado con una mala circulación como lo son las várices, edemas y hemorroides, además del Rusco también podemos tomar otras plantas que nos brindarán apoyo. El Gotu-Kola (Centella asiática) es una de ellas.
Esta planta originaria de la India es conocida por ser un potente antioxidante y neuroprotector. En la medicina ayurvédica, es utilizada para mejorar la memoria y concentración ya que estimula la circulación. El Gotu-Kola también favorece la producción de colágeno, lo cual ayuda a fortalecer las venas, además de ser un excelente antiinflamatorio venoso.
Otra planta que no debe de faltar en tu tratamiento es el Ginkgo Biloba. Las principales acciones terapéuticas atribuidas a esta planta están centradas en su actividad circulatoria, antiagregante y antioxidante. La actividad del Ginkgo Biloba se va a centrar sobre todo en facilitar la microcirculación sanguínea.
Podemos también apoyarnos con algún té de hojas de Olivo, que al eliminar la grasa en las arterias mejorará la circulación. Se puede combinar con Ruda (Ruta chalepensis) para tonificar las paredes de las venas, hojas del Nogal (Juglans nigra) que por su acción antiinflamatoria ayudará a eliminar las várices, flor de Manzanilla para desinflamar y Cola de Caballo que elimina los líquidos retenidos.