El riesgo de la censura
Sección Editorial
- Por: Jessica Meza
- 31 Julio 2023, 23:16
Prohibir canciones o géneros puede parecer la solución a ciertos problemas, pero ¿no se está abriendo una caja de pandora?
La semana pasada tuve la oportunidad de ir a un curso de apreciación musical. Aunque desde que recuerdo escucho música porque simplemente no me gusta estar en silencio, reconozco que sé poco del tema a profundidad y es de unos años para acá –desde que trabajo en una orquesta– que he puesto más atención a géneros, compositores, estilos, y un largo etcétera.
En dicho curso uno de las primeras cosas que se puso sobre la mesa fue el reggaetón, desde el viejito hasta lo que se está escuchando actualmente. Y pues sí, en un consenso general de los que estábamos ahí, decidimos que, 1. Lo odiaban; 2. Lo toleraban. Yo me coloco en el segundo grupo porque aunque no soy fan, en mis playlists sí tengo a J.Balvin y algunos otros más.
Luego del reggaetón nos fuimos a los corridos tumbados y su máximo exponente actual, Peso Pluma. Debo decir que no me sorprendió que cuando se ponían fragmentos de las canciones, muchos de los que estábamos en el salón, en su vida habían escuchado ni a la Doble P, ni a Bad Bunny ni a Daddy Yankee.
Por la edad y por el tipo de público al que se dirigió el curso, se reunieron más seguidores de la música de concierto y los grandes clásicos.
Así, se sorprendieron bastante al escuchar las “coloridas” letras de estas canciones. Bien sabemos que muchos géneros musicales se han hipersexualizado y que la figura de la mujer es eso, un simple objeto de adorno para los videos que representan fiestas llenas de lujos y excesos en donde el intérprete es como un rey.
También, se está teniendo una avalancha de temas que hablan de la violencia, el narcotráfico y que incluso incitan a la violencia de género.
El lunes pasado que fue este tema, discutimos sobre la idea que existía en algunos lugares de censurar, algo que se hizo realidad ese mismo día cuando el gobierno de la ciudad de Chihuahua prohibió en eventos públicos la música y videos que promuevan la violencia de género.
¿Sabia decisión? Desde mi punto de vista, tal vez no. Y no es por defender a los intérpretes de este tipo de música y sus letras, es porque esta medida puede poner sobre la mesa un tema peliagudo que lleve a cualquiera –con el poder de hacerlo– a censurar cualquier tipo de música.
Sí, parece bien no permitir que se escuchen corridos tumbados, pero quién garantiza que por tal o cual razón, después se prohíban temas de metal, rock en español, pop o hasta Mozart y Beethoven.
La discusión grupal nos llevó a una conclusión. No se debe censurar, se debe criticar y señalar, pero jamás prohibir porque puede llevar a consecuencias desastrosas. Lo ideal es que si no nos gusta, no lo escuchemos.
La decisión es nuestra. Y si podemos, hay que trabajar en educar para crear una mejor conciencia de qué hay que promover y qué no. Recordemos que si hay consumidores, habrá oferta; si no hay escuchas, ya no habrá música.
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