Ser maestro jubilado significa que ya cumplió con los requisitos legales para recibir la pensión correspondiente; toda vez que, una vez analizado su origen pensionario, es decir, si el presunto a jubilarse es de la ley del ISSSTELEÓN es anterior a 1993 o si es contemporáneo a esta, entonces le corresponderá una cantidad de recursos económicos y prestaciones según corresponda, que gozará por sus años de servicio prestado al gobierno de Nuevo León. En el caso en cuestión, le corresponde la responsabilidad al ISSSTELEÓN, repito, por ser trabajador al servicio del magisterio estatal.
Los docentes (y personal de apoyo y de asistencia a la educación) jubilados deben de tener un reconocimiento social impecable. Aunque, la realidad en nuestro país y en el estado de Nuevo León es otra. Mire usted, como jubilados y/o pensionados, tienen un tope salarial en la mayoría de los casos. Por lo tanto, la carestía siempre superará al ingreso. Con el paso del tiempo, el poder adquisitivo del dinero recibido se pulveriza. Con los años, su pensión se transparenta tanto que no es posible “verla” el día de pago.
Lo mismo ocurre con los jubilados y pensionados del magisterio federal; la mayoría de sus pensiones son de causar “lágrimas intensas”. Hay mucha ingratitud en este tema. ¿Será tema de sordera política o presupuestal por parte de los funcionarios del ISSSTELEÓN?
¿Cuántos funcionarios del gobierno del Estado pasaron por las escuelas públicas? La cantidad real está por verse. Sin embargo, estoy seguro de que muchos familiares de ellos fueron estudiantes de planteles oficiales. ¿Acaso ya olvidaron las épicas enseñanzas de altos personajes como Rodolfo Alanís, Ma. Yolanda Blanco, Rogelio Villarreal Garza, Atenedoro Colunga, Moisés Sáenz, Aarón Sáenz, Luis Raúl Cantú Cañamar, Ismael Vidales Delgado, Josué Eulogio López Mendoza, Adolfo Castillo Verástegui, Ramiro Isabel Zarazúa Salazar, Cástulo Hernández Gálvez, Claro Escamilla. Griselda Ruiz de Ramos, Humberto Ramos Lozano, Leticia Cipriano Chavana, Enriqueta Mata, etc.?
¿Le sigo? Estos personajes y otros más que todavía están en activo han enseñado valores y entrega total profesional a favor de las familias nuevoleonesas. Sin bien, hoy por hoy, la imagen social del maestro está muy deteriorada por el mal trato que reciben de las autoridades educativas y gubernamentales. No obstante, en otros países, Japón por ejemplo, los docentes, tanto activos como jubilados, son todas unas celebridades.
Entonces, así las cosas, ¿por qué la cerrazón por parte del director del ISSSTELEÓN para no pagarles el incremento que están exigiendo los mentores jubilados del sistema estatal?
Ellos, los jubilados, están exigiendo el 6.43% de incremento en sus pensiones, de por sí muy raquíticas y que fueron ganadas por juicio de amparo previo. Siendo producto de resolución judicial justa y legalmente ganada por los miles de demandantes, ¿por qué no pagarles lo ganado en tribunales? Si la respuesta es que no hay dinero, entonces, ¿no hay acato a las autoridades jurisdiccionales? ¿Qué van a hacer con estos mentores que “están gozando de su jubileo”?
¿Ellos y sus familias merecen este trato tan desigual? ¿Será esta la principal razón por la que muchos docentes y personal de apoyo activos que ya están en la tercera edad “tienen temor a jubilarse”?
Ahora bien, ¿ qué hace la parte sindical, la sección 50 del SNTE, al respecto? Según nos enteramos, el comité seccional que encabeza Juan José Gutiérrez Reynosa está haciendo gestiones para lograr el objetivo descrito con antelación. Hasta aquí, muy bien. Y, ¿por qué no cesan las protestas de los compañeros maestros jubilados?
La presión que ejerce el defensor de los débiles es no tan significativa, sin duda alguna debido a la falta de respuestas que satisfagan lo peticionado por los demandantes. La moneda sigue en el aire aún. Las protestas siguen y no se ve luz clara en materia de soluciones.
Solo una pregunta más: ¿Cuándo serán convocados los maestros activos para sumarse al movimiento de los jubilados y así ejercer presión para que el ISSSTELEÓN pague? ¿No que "TODOS SOMOS UNO Y UNO SOMOS TODOS"? Al menos es un eslogan publicitario de la alta dirigencia del SNTE. La verdad como es, se tenía que decir, y se dijo. Hasta la próxima.