Muy discretamente, tratando de no hacer ruido, India empezó a repatriar sus reservas de oro almacenadas en el extranjero, y aunque ha trascendido que la medida obedece a una “diversificación logística y de almacenamiento”, parece más verosímil que se trata de un acto motivado por la desconfianza.
Lo innegable ahora mismo es que el país asiático almacena ya la mayor parte de su oro en bóvedas propias, luego que el Banco de la Reserva de la India (RBI, por sus siglas en inglés) trasladara a su territorio 100 toneladas que eran resguardadas en Londres.
En un informe anual publicado el jueves, el banco central indio reporta reservas del metal áureo por 822.1 toneladas hasta marzo pasado, de las cuales 413.8 toneladas se encontraban en el extranjero, en especial en el Banco de Inglaterra y en el Banco de Pagos Internacionales.
Pero dicha transferencia es sólo parte de un plan mayor tendente a repatriar más de esos activos, una acción que algunos miran con suspicacia, cuando la India y otras dos de las economías más fuertes del planeta, China y Rusia, están acumulando oro a un ritmo que raya en lo obsesivo.
Tampoco falta a quien le parece sospechoso que esos tres países estén empeñados en aumentar el control sobre sus propios activos, ¿como si anticiparan una crisis?
Importante giro en la política india
De entrada, el oro almacenado internacionalmente conlleva riesgos, en especial durante las tensiones geopolíticas, así que no es de extrañar que en la India hayan aumentado las preocupaciones después de que países occidentales congelaran activos rusos.
Todo indica que esa es la razón detrás de la reciente decisión del RBI de recorrer más de 7,000 kilómetros desde el Reino Unido a fin de salvaguardar esas 100 toneladas de su metal precioso, que –por cierto– casi equivalen a la totalidad de las reservas de oro de México, que suman 120 toneladas y que también están en Londres.
Además, ese importante giro en la política india (de mantener su oro guardado en Inglaterra) es una clara señal de desconfianza en el dinero fíat (de papel, sin respaldo más allá de la deuda), basado en el dólar, al preferir tener en mano propia su reserva de valor.
Y es bueno también debido a que la cultura india está fuertemente ligada al rey de los metales, por lo que su población es muy afecta a comprar oro, y lo seguirá haciendo.
Se especula, asimismo, que diversos países han estado sacando oro y otros activos de Estados Unidos a raíz de las sanciones económicas a Rusia, lo cual resulta difícil de confirmar, porque la Reserva Federal (Fed) de EUA no publicará información sobre el contenido de sus bóvedas.
Ahora, el RBI se ahorrará parte del costo de almacenamiento que le paga al Banco de Inglaterra; el oro repatriado está sujeto a las leyes y regulaciones indias, y el país asiático reduce la dependencia de custodios extranjeros, con lo que minimiza la exposición a riesgos geopolíticos y volatilidades financieras.
En el informe se lee al respecto que el banco central indio ha invertido en bóvedas de última generación, con avanzados sistemas de seguridad, que incluyen controles de acceso biométricos, cámaras de vigilancia, dispositivos de alarma y estructuras reforzadas para proteger contra robos o ingresos no autorizados.
Bajo un entorno geopolítico global cada vez más incierto, tener control físico sobre las reservas de oro se presenta como una opción más segura, por lo que esta tendencia de repatriación del metal dorado no debe ser ignorada por ningún país, incluido México, desde luego.