El futbol americano es un deporte de contacto, y el peligro siempre está presente.
En cualquier momento, un jugador puede ver su vida cambiar en un abrir y cerrar de ojos. No sólo su carrera puede terminar, sino que su vida misma está constantemente en riesgo, al filo del abismo.
A lo largo de los años he disfrutado profundamente de este deporte que amo. Sin embargo, hay lesiones que me han marcado de manera especial. Quisiera compartir dos de ellas que jamás olvidaré.
La primera ocurrió el 4 de diciembre de 2017. El linebacker de los Steelers, Ryan Shazier, después de intentar un derribo en un Monday Night Football, contra los Cincinnati Bengals, quedó con severos problemas de movilidad.
Se enfrentó de frente al novato Josh Malone y colapsó instantáneamente. La imagen de Shazier agarrándose la espalda, rodando de costado sin poder mover las piernas, es algo que todavía tengo grabado en la mente.
Sufrió una lesión grave en la columna vertebral y, tras someterse a una cirugía, no recuperó el movimiento en las piernas hasta febrero del año siguiente. Aunque luchó para volver, terminó retirándose en 2020.
Nunca volvió a pisar el campo como jugador. Fue dramático verlo gritar de dolor y observar las caras de sus compañeros, quienes comprendían la gravedad del momento. Era devastador.
La segunda lesión que me marcó fue la del legendario quarterback, Joe Theismann. Ocurrió también en un Monday Night Football, el 18 de noviembre de 1985. Theismann, quien jugaba para los entonces Washington Redskins, sufrió una de las lesiones más impactantes en la historia del deporte.
Una fractura conminuta de tibia y peroné en su pierna derecha, después de ser tacleado por el imponente linebacker de los New York Giants, Lawrence Taylor.
Taylor contó después que escuchó el crujido de la pierna, lo que explica por qué en el video de la jugada vemos la desesperación y horror de los jugadores al llamar a las asistencias. Esa lesión terminó abruptamente con la carrera de Theismann.
Y ahora, todo esto me lleva a lo ocurrido el pasado jueves, en la Semana 2 de la NFL, durante el juego entre Buffalo y Miami.
En el tercer cuarto, con los Dolphins en la zona roja y necesitando un touchdown, Tua Tagovailoa, el quarterback de Miami, vio un hueco y corrió en busca del primer down. Pero cuando el safety de los Bills, Damar Hamlin, se acercó para hacer el tacleo, Tua bajó el casco y el choque fue brutal.
Al caer, levantó el brazo de una manera extraña, lo que se conoce como respuesta de esgrima, un indicio claro de una lesión cerebral grave.
El personal médico corrió al campo, y los jugadores, como en tantas otras ocasiones, se arrodillaron alrededor de él. Fue la cuarta conmoción cerebral diagnosticada para Tua en cinco años, la más reciente en 2022.
Lo más desgarrador fue ver a su entrenador, Mike McDaniel, acercarse a él en el campo con una expresión de auténtico terror. Mientras lo atendían, McDaniel lo besó en la cabeza, un gesto de puro afecto. Después del partido, McDaniel estaba visiblemente afectado, evitando responder preguntas sobre el futuro de su quarterback.
Y la pregunta que todos nos hacemos es: ¿debería retirarse Tua? Es una decisión tremendamente personal pero, en mi opinión, Tua debe pensar seriamente en su vida más allá del deporte. El peligro de futuras lesiones está ahí, y las consecuencias a largo plazo de las contusiones son reales y devastadoras.
En la temporada 2023 de la NFL se reportaron 219 conmociones cerebrales durante partidos y entrenamientos de pretemporada, y temporada regular, un número ligeramente superior al del año anterior. Esto no va a cambiar. El deporte es lo que es, pero la liga ha tomado medidas al respecto. Sin embargo, al final del día, son los jugadores los que deben cuidar su salud.
SEMANA 3
¿Quién logrará la primera victoria?
Ahora, cambiando de tema, la gran pregunta para esta semana es: ¿conseguirán Ravens y Bengals su primera victoria? Ambos equipos llegan tras dolorosas derrotas y, ciertamente, no esperaban comenzar la temporada con 0-2. El juego de este fin de semana será crucial.
Baltimore se enfrenta a Dallas, que viene de ser aplastado 44-19 por los Saints. Los apostadores colocan a los Ravens como favoritos por 1.5 puntos. No olvidemos que, liderado por el MVP Lamar Jackson, Baltimore tuvo el mejor récord de la NFL la temporada pasada. Pero Dallas no es tan malo como pareció ante los Saints. Con Dak Prescott y Micah Parsons al mando, los Cowboys pelearán hasta el final por esa victoria.
Por otro lado, el Monday Night Football nos trae un duelo entre el Número 2 del Draft de la NFL 2024 y el Número 1 del Draft 2020, con los Washington Commanders enfrentando a los Bengals en Cincinnati.
A pesar de la falta de touchdowns, Washington logró vencer a los Giants 21-18, en gran parte, gracias a los siete goles de campo del recién fichado Austin Seibert.
Los Bengals, por su parte, casi vencen a los Campeones defensores del Super Bowl, pero cayeron nuevamente en el Arrowhead Stadium. Con un 0-2 en sus manos, buscarán cambiar el rumbo en horario estelar y salen como favoritos.
¿Quién se llevará la victoria?
¡Nos espera una emocionante semana de NFL!