Desde tiempos remotos el ajo (Allium sativum), se ha cultivado y utilizado tanto en la cocina como en la medicina tradicional.
Consumir ajo produce efectos positivos en el control de los niveles de colesterol y triglicéridos, reduce los riesgos de coágulos y sus consecuencias como infartos y embolias, previene la ateroesclerosis, actúa como vasodilatador periférico ayudando también a controlar la presión arterial, antimicrobiano (antibacteriano y antimicótico) y antihelmíntico, especialmente contra los oxiuros.
El ajo forma parte del botiquín que tenemos en nuestra alacena, ya que está presente en la mayoría de las cocinas. A continuación les comparto unas sencillas recetas que pueden preparar en casa y utilizar para contrarrestar ciertos problemas de salud.
Jarabe de ajo. Prepare una infusión con cuatro cucharadas de ajo picado en una taza de agua hirviendo, repose hasta que enfríe y cuele. Agregue dos partes de miel de abeja cruda por cada parte de infusión resultante, mezcle bien y guarde en frasco cerrado. Tome dos cucharaditas de este jarabe varias veces al día para atacar problemas respiratorios y anginas.
Lechada de ajo. Ponga 3 dientes de ajo grandes rebanados en hojuelas delgadas en una olla con dos tazas de leche (de soya, arroz, almendras, vaca, cabra o borrega), y caliéntese a fuego lento por espacio de 20 minutos a media hora y cuélese, si desea agregue un poco de miel.
Puede guardarse en el refrigerador hasta 3 o 4 días. Esta receta es útil para infantes y niños en casos de infecciones urinarias, digestivas o respiratorias. Infantes tomar una o dos cucharaditas cada 2 a 4 horas, niños más grandecitos pueden tomarlo libremente.
Para fortalecer y evitar infecciones en las uñas. Aplique el ajo insertando las uñas directamente en el diente de ajo y deje reposar por al menos media hora. Si desea puede utilizar guantes o calcetines y dejarlas durante toda la noche antes de lavarlas.
Esta receta le ayudará a fortalecer sus uñas endureciéndolas y evitando que sean quebradizas, al tiempo que atacará cualquier infección que se pudiera estar iniciando en las mismas.
Para piquetes de insectos. Aplique directamente el ajo sobre la picadura de hormigas, abejas, avispas o arañas. El ajo desinflama, neutraliza la toxina y elimina el dolor. Esta receta no es para animales de venenos altamente tóxicos como el de algunos alacranes, viudas negras, o reptiles venenosos, en estos casos el ajo ayudará, pero es necesaria la intervención médica.
Callosidades. Machaque unos dientes de ajo con aceite de ricino (de preferencia), hasta formar una pasta y aplíquela directamente sobre la callosidad. Déjela actuar durante toda la noche o al menos por una hora al día. Esto suavizará el tejido calloso facilitando su remoción.
Hongos de piel y uñas. Aplique el ajo directamente sobre el tejido infectado.
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