Hay una frase que acuñé de tiempos de una cabalgata de los estados de Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas. Eran el sexenio de Eugenio Hernández Flores, y el bullicio ensordecedor daba pie para pensar algo que sostengo: los nacos somos más.
Tengo playera, gorras y sudaderas –hoodies– con la expresión y pues moría de la risa cuando leía en la semana, que el “siniestro” Mark Zuckerberg se disculpaba, ante una Comisión del Senado de Estados Unidos, por los daños que las plataformas de redes sociales han causado a diversas familias.
Vamos por partes, hasta donde me alcanza la literatura en mi cerebro, idiotas ya estábamos antes de las redes sociales, además de que la condición humana es un campo fértil de tonterías, por decir lo menos.
Evolucionamos y punto, con todos los defectos.
¿Cuánto hace que nos “curábamos” con excremento de animales? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que nos mantenemos encarcelados en las emociones, bajo premisas absurdas como la igualdad entre los hombres?
El punto es que, en este asunto de negocios, así sí; claro que todo tiene un contexto. Salvarse a sí mismo, y en este sentido, ahí queda su frase para la historia.
“Lamento todo lo que han pasado. Nadie debería pasar por las cosas que sus familias han sufrido y por eso invertimos tanto y vamos a seguir realizando esfuerzos en toda la industria para asegurarnos de que nadie tenga que pasar por las cosas que sus familias han tenido que sufrir” (galimatías).
En contexto, leamos a Umberto Eco, el filósofo eterno. “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”.
Reitero. ¿Disculpas por lo que nosotros mismos hemos creado? Total, que en medio de las elecciones de México y tantas en el mundo, su frase es elocuente, que, si apelamos a la RAE, mi diccionario de cabecera, el ser idiota es pariente de estar o ser… tonto, estúpido, cretino, imbécil, bobo, necio, mentecato, menso, donde el antónimo es el ser inteligente, pero son los menos, en este mundo de humanos “racionales”.
Y el que lo dude, ahí está nuestro rey de los tontos en el gobierno, el hoy jefe del Ejecutivo de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, quien evidentemente como líder de los disociados mentales sostiene que hay fines de semana que caen a media semana; por algo, hasta en Morena aseguran perderá su entidad.
Ya no digo más, sólo que lejos de censurar a la tecnología. Lo que se debe es orientar educativamente a la sociedad para que la utilice eficientemente y sin riesgos, mismos riesgos que van en el paquete simple de nacer en el planeta Tierra.
(Sección de carcajadas).