La herbolaria nos ofrece opciones para combatir a los parásitos de manera periódica.
Dentro de las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA) se encuentran aquellos padecimientos causados por parásitos, organismos que pueden transmitirse a través del consumo de alimentos y agua contaminados, contacto con animales infectados y, en algunos casos, a través del contacto humano a humano.
Los parásitos pueden causar una amplia gama de problemas de salud en los seres humanos, desde males gastrointestinales hasta infecciones de gravedad, que pueden conducir hasta la muerte.
Los médicos recomiendan desparasitarse dos veces al año o cada 6 meses como medida preventiva. Al hacerlo podemos prevenir diarreas, cólicos estomacales, amebiasis, indigestión en infecciones, además de que ayudamos a reducir el riesgo de complicaciones graves de salud, como anemia, malnutrición y enfermedades intestinales crónicas.
Los niños(as) y las personas con sistemas inmunológicos debilitados son particularmente vulnerables a las infecciones parasitarias.
Quizá hay quienes aún recuerden que antiguamente se les preparaba una lechada con pepita de calabaza a los niños para matar las lombrices. Había quienes también utilizaban el jugo de zanahoria para quitarles los vermes.
Bien pues, aunque estos métodos se pueden seguir utilizando, hoy en día se han realizado estudios científicos con algunas plantas antiparasitarias. Entre ellas destaca el “chaparro amargo” o “bisvirinda”, que además crece en nuestra región, noreste de México y sur de Texas.
Fácil de identificar por su nombre científico Castela texana, su efectividad ha sido comprobada clínicamente y sus efectos colaterales son nulos, por lo que lo pueden utilizar personas de todas las edades y condiciones de salud. El Chaparro Amargo es excelente para eliminar amibas, uno de los problemas parasitarios más comunes en nuestra nación.
Otras plantas excelentes antiparasitarias son el Estafiate (Artemisia ludoviciana), Hojasé (Flourensia cernua), Palo de Brasil (Haematoxylum brasiletto) y la Quina (Cinchona pubescens).
El Estafiate y el Hojasé son plantas mexicanas que han sido utilizadas tradicionalmente por la población para enfermedades gastrointestinales como empacho, indigestión y parásitos.
La Quina, originaria de Sudamérica, fue empleada en un principio por los indígenas de la región ecuatoriana, quienes utilizaban macerados de la corteza contra la fiebre. Además de sus propiedades febrífugas, la Quina tiene acción digestiva, antiparasitaria, así como un excelente antídoto contra la malaria.
El Palo de Brasil es un árbol que crece en América y el sur de México, también conocido como Palo Tinto o Palo Campeche. Esta planta tiene un sabor neutro, lo cual lo hace una excelente opción para niños.
Además de ser rica en hierro y combatir la anemia, también ha dado resultados positivos contra la bacteria Helicobacter pylori.