Luis_Gerardo_Trevino_1x1_6780e8ef07
Opinión

¿Y los escoltas?

Fortaleza Ciudadana

De nuestro activismo y participación en temas de seguridad, varias veces hemos insistido en que los funcionarios públicos deben portarse muy bien y evitar meterse en líos que los pongan en peligro, para cuidar a quienes tienen riesgos a su vida y persona derivados de una responsabilidad ejecutiva o en áreas de seguridad.

La ley estatal de seguridad pública del estado establece que personas que deben tener protección, y que esta es autorizada directamente por el titular del Ejecutivo. Al inicio de su mandato, el gobernador Samuel García me compartió que presentaría una iniciativa de ley para reducir el número de personas que el estado proporciona para la protección de funcionarios. 

Me quedé en que fue recibida en el legislativo, pero no tengo noticias de si se logró aprobar. Sin embargo, recientemente varios amigos nos han devuelto el interés por el tema, y cada quien, desde su plataforma, lo pone en consideración. Este tema requiere de cierto análisis y entender el tipo de actividad de mando en el Ejecutivo, así como lo que implica en autoridades y mandos de seguridad.

La primera pregunta es: ¿se justifica asignar elementos de los cuerpos de policía a la protección de funcionarios? Sin duda, a los funcionarios que están expuestos a riesgos y amenazas, sí. Luego surgen otras preguntas, como: ¿si la familia también está expuesta a los mismos riesgos? En algunos casos, sin duda, hay; en otros muchos, dedicar recursos a proteger a la extensión de la familia resulta una exageración. Ahora bien, luego te encuentras con casos de funcionarios que tienen asignados muchos elementos, armas y camionetas blindadas con su gasolina, mantenimiento, y resulta que el personaje principal se la pasa fuera de la ciudad. Obvio, la escolta no debe salir del estado, ni portar su arma, y así las demás cosas. 

Pero donde se muestra el abuso es que, en muchos de los casos, los elementos de seguridad municipales no quieren ser escoltas, pues les asignan comisiones muy molestas para su labor profesional, como hacer mandados, pasear mascotas, limpiar y regar jardines, o lavar los carros de toda la familia. Son tareas para las que no están capacitados dada su función. Tengo conocimiento de elementos que han servido a la nación en cargos militares de gran importancia y jerarquía nacional, a la hora de su retiro no se les proporciona ni auto, ni porte de arma, mucho menos quién los cuide, a pesar de que estuvieron a cargo de decisiones importantes o de la disposición de casos relevantes. 

Por este tipo de situaciones, creo firmemente que muchos, sobre todo exfuncionarios, abusan de la prestación o de la obligación del estado o municipios de otorgar protección por el mismo tiempo que sirvieron en el cargo. Para aclaración, los periodos de los alcaldes son de tres años. Algunos abusan y quieren que, después de haberse reelegido, su protección dure seis años, lo cual es totalmente infundado, ya que su último cargo duro, en el caso de que cumpliera todo el mandato, sería solo de tres años. Sé de casos de alcaldes que solo usan uno o dos elementos, y otros que traen hasta cerca de 35 elementos, más camionetas, armas, con todo el gasto de gasolina y mantenimiento, lo cual es absolutamente incorrecto. Máxime, que el personaje, antes de ser alcalde, fue escolta de un gobernador y actualmente es legislador federal. 

Si todos los elementos que se dedican a cuidar funcionarios estuvieran en operativo, es muy probable que se duplicara el estado de fuerza de varias instituciones de seguridad. Las camionetas blindadas de nivel 5 o superior aguanta media hora de ataque con armas convencionales; en ese tiempo, perfectamente podría llegar la ayuda que se requiera para el apoyo. Entre mayor sea la parafernalia de cuidado, se pone en mayor riesgo al principal.

En mi opinión la mejor seguridad es la discreción, sin andar alterando el orden en las calles con muchas unidades cerrando paso a los que pagan por estos servicios, que, al final, son los que en realidad deben ser cuidados. Por lo que insisto: si ese estado de fuerza que se destina al cuidado de los principales estuviera trabajando operativamente, el riesgo de los funcionarios, sus familias y los demás ciudadanos se vería disminuido. 

Así que los invitamos a portarse bien y no requerir mayor fuerza que la estrictamente necesaria. 

Envío mi pésame a la familia de nuestro amigo y compañero de muchas andanzas ciudadanas, Andrés Castro Torres, quien el pasado domingo falleció. Su misa será el viernes a las 19:30 en Santa Engracia, Calle Los Rosales 385, Colonia Santa Engracia, San Pedro.

X (Twitter): @luisgfortaleza
Instagram: @luisgerardotrevinogarcia
Facebook: Luis Gerardo Treviño García
Facebook: Fortaleza Ciudadana compromiso por la seguridad

más del autor

La mentira de la escuela

La mentira en una institución de educación superior como la universidad...

¿Y los jóvenes?

Esta última semana ha habido diversos eventos relacionados con jóvenes, por...

De Aranceles a los Anaqueles

En esta nueva temporada de Trump y sus aranceles, hemos visto los argumentos...

Los contra aranceles

En temporada de negociación o amenaza de aranceles a los productos que...

últimas opiniones

Viernes Negro: Advertencia Global

El viernes 4 de abril de 2025, los mercados financieros globales vivieron una...

¿Cuál es el plan de Trump que no quieren que sepas y por qué salimos ganando en Nuevo León?

Aunque no lo creas, Donald Trump tiene un plan económico, y si bien su...

Recuperar lo que es nuestro

Este fin de semana visité Lampazos de Naranjo, en el norte de Nuevo León,...

'Habemus' pánico en los mercados por aranceles

El anuncio de una nueva oleada de aranceles por parte del gobierno...

×