Hace dos días el gobernador Samuel García aseguró en una entrevista que los daños por Alberto ascendían a $1,500 mdp, esto después de dar la cifra inicial de $1,000 mdp; sin embargo, el día de ayer aseguró en su visita a la Ciudad de México que los daños ascendían a $4,810 mdp, lo que habla de la falta de especialistas o tal vez a la desorganización administrativa al interior de su gobierno que no es capaz de calcular una cifra estimada real.
A raíz de Alberto, el gobernador ha planteado realizar un proyecto que se ha pedido en reiteradas ocasiones por la ciudadanía y hace meses afirmó que se iba a llevar a cabo, me refiero a la cortina Rompepicos 2, que ante los acontecimientos de la tormenta se ha dado cuenta de su efectividad y afirma que ahora sí realizará.
El nivel de agua de la tormenta Alberto se calcula de las mismas dimensiones de los huracanes Gilberto y Alex; sin embargo, los daños causados a la infraestructura metropolitana, a los caminos rurales, desbordamiento de ríos, inundaciones y afectaciones a viviendas se pueden calcular menores a los ocasionados por el huracán Alex, entre otras cosas debido a que ahora el cauce del río Santa Catarina permanece libre de infraestructura.
Alberto dejó claro que el río debe permanecer en su forma natural, por lo que debemos evitar a toda costa la tentación del estado de intervenirlo para desarrollo de proyectos tal como lo sugieren los especialistas y contrario a lo que los aplaudidores del gobierno plantean.
Alberto dejó al descubierto que el gobierno del estado de la actual administración de Nuevo León no ha realizado la licitación para la adquisición del seguro contra desastres naturales con la que se contaba desde hace 20 años, una póliza cuyo monto anual aproximado es de $140 mdp anuales, con una cobertura que oscila alrededor de $1,000 mdp.
Los beneficios de la póliza es que el estado podría obtener de manera inmediata ese recurso para hacer frente a los daños ocasionados por Alberto; sin embargo, la administración actual fue omisa y ahora tiene que acelerar los apoyos federales tratar de que se entreguen de manera inmediata, ya que no se puede disponer de los fondos locales porque esa autorización tiene que pasar por el Congreso del estado y el gobernador en su guerra contra los diputados no ha presentado ni siquiera el presupuesto completo para la operación del ejercicio 2024.
Alberto también da cuenta de que las peleas entre administraciones emanadas de diferentes partidos no pueden seguir sucediendo, porque la falta de los recursos para el mantenimiento de la infraestructura ante fenómenos naturales como este duplica el nivel de daños a la infraestructura y limita la capacidad de gestión y obtención de recursos para la rehabilitación y apoyo a la ciudadanía que ha quedado damnificada.
Nuevo León necesita administraciones efectivas y responsables que den resultados inmediatos, el futuro no se puede dejar como moneda en el aire, la vida de millones de personas depende de ello.