Cuando el incendio se lleva todo, ¿qué nos queda?

Los devastadores incendios en California han arrasado en pocas horas con residencias millonarias, dejando a cientos de familias sin hogar. Según un reportaje de la BBC realizado por la periodista Ana María Roura, se detallan con precisión los efectos en la zona: “Al menos cinco muertos, decenas de heridos, más de 100,000 damnificados y 300,000 hogares sin electricidad”. 

La información cambia cada minuto; al momento de escribir estas líneas, un reporte de CNN en Español señala 24 muertos y decenas de desaparecidos. Los números siguen en aumento, y la amenaza de los incendios persiste. En la zona de Pacific Palisades, los vientos de “Santa Ana”, secos y veloces, han intensificado la propagación del fuego, mientras que la falta de agua dificulta los esfuerzos para controlarlo. Las autoridades anticipan que los incendios continuarán al menos diez días más.

Muchos artistas han perdido sus hogares, entre ellos: Paris Hilton, quien perdió su casa de playa en Malibú, valorada en cuatro millones de dólares; Adam Brody y Leighton Meester, cuya residencia en Pacific Palisades quedó consumida por el incendio; Billy Crystal, el actor, y su esposa Janice, también perdieron su hogar, entre otros.

Algunos artistas mexicanos afectados incluyen a: Eiza González, quien tuvo que evacuar su residencia por la proximidad del fuego; Guillermo del Toro, el director mexicano, que abandonó su casa debido a los incendios, aunque se encuentra a salvo; y Karla Souza, la actriz, quien informó que su casa fue consumida por las llamas.

Los habitantes de la zona han tenido que cerrar sus negocios o trabajar menos horas debido a la falta de luz y las condiciones climáticas, lo que también afecta las vías respiratorias. La incertidumbre, sorpresa y tristeza son sentimientos generalizados. Cientos de familias han perdido todo su patrimonio y otras se han visto afectadas de diversas maneras. Los testimonios de los afectados, al verlos en las noticias, parecen sacados de una película de ciencia ficción. Sorprende la rapidez con la que ha sucedido todo y las cientos de vidas afectadas en una de las zonas más exclusivas de los Estados Unidos.

¿Pero qué nos queda después de una situación de esta magnitud?
 No me atrevería a decir que entiendo lo que se siente pasar por algo así, porque no lo sé. Sin embargo, durante la pandemia, creo que todos experimentamos algo similar: esa incertidumbre de no saber qué sigue o qué va a suceder. 

Durante ese tiempo, leí el famoso libro El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl (1905-1997), psiquiatra, neurólogo y filósofo austriaco, fundador de la logoterapia, una rama de la psicología centrada en el sentido de la vida como motor principal del ser humano. Frankl sobrevivió al Holocausto, experiencia que relata en detalle en su libro. Su enfoque destaca la importancia de encontrar propósito incluso en el sufrimiento y la adversidad. Es reconocido como una de las figuras más influyentes de la psicología existencial.

"Todo puede ser arrebatado al hombre, excepto una cosa: la última de las libertades humanas, elegir la actitud personal ante un conjunto de circunstancias".

En esta frase, Frankl nos recuerda lo importante que es la libertad de cada individuo para buscar, en lo más profundo de su ser, la actitud ante las adversidades. Si volvemos al origen de quienes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, podemos encontrar respuestas. Si hoy tenemos vida y alguien a quien amar, eso puede salvarnos hasta de sobrevivir a un campo de concentración, como fue el caso de Frankl, quien visualizaba el momento de reunirse con su esposa o daba sentido a su experiencia al imaginarse compartiendo conferencias sobre lo aprendido. Hallaba fuerza en pequeños actos de humanidad y belleza, como un amanecer o la solidaridad entre prisioneros.

Algunas preguntas que podemos hacernos en momentos de dificultad para encontrar propósito son:

¿Cómo puedes encontrar un propósito en las dificultades que atraviesas? ¿Qué parte de tu dolor o problema puedes transformar en aprendizaje o crecimiento? ¿Qué te mantiene fuerte en los momentos más difíciles? Estoy segura de que tus respuestas están ligadas a personas especiales y a fortalezas personales. Cuidemos lo más valioso que tenemos hoy. El futuro puede causarnos miedo, el pasado melancolía, pero el presente es un regalo.

Sigamos rezando y enviando buenos deseos para que pronto se logren controlar los incendios en California. Que este lamentable suceso sea un recordatorio de lo realmente importante en nuestras vidas: agradecer por respirar aire puro, por despertar cada mañana, tener un techo donde dormir y una mano amiga cerca. 

La solidaridad no ha tardado en llegar a las zonas afectadas, y esto es un ejemplo de lo que somos como humanidad. Somos personas que nos preocupamos por los demás y estamos dispuestos a ayudar sin esperar nada a cambio. Llevemos este valor de la solidaridad a donde vayamos y con los más cercanos. Gracias por leerme. Te espero aquí la próxima semana.

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