¿Qué libro nos podría servir a los nuevoleoneses como brújula para subirnos a la ola de innovación tecnológica que llegará al estado con Tesla y otras grandes empresas, incluyendo las chinas?
Ayer domingo di con ese libro que me recomendó mi amigo Francisco Gutiérrez: The coming wave (2023), de Mustafa Suleyman. Ya se tradujo al español con el siguiente título: La ola que viene: tecnología, poder y el gran dilema del Siglo XXI (2024).
Los lectores de este recuento del futuro inmediato que tan cercano nos resultará a la gente de Nuevo León, lo escribió el exvicepresidente de Google DeepMind, Mustafa Suleyman, tecnólogo, emprendedor y analista político de gran reconocimiento a nivel global.
Suleyman, también cofundador y CEO de Inflection AI (una empresa que desarrolla inteligencia artificial bajo parámetros éticos insobornables), supervisó en Google DeepMind inteligencia artificial de vanguardia.
¿Qué dice en términos generales Suleyman? Que la ola de innovación tecnológica, la inteligencia artificial, la robótica, la biotecnología y la nanotecnología conforman un enorme potencial para mejorar la vida humana.
Pero que el gran dilema consiste en que esta ola también vine cargada de riesgos, como la automatización masiva, la vigilancia y la desigualdad.
Suleyman propone un balance que se abra oportunamente a los beneficios de la tecnología mientras se atenúen sus peligros.
¿Cómo? Valiéndonos de la ética y la responsabilidad. Colaborando localmente con Nuevo León y globalmente, con transparencia y rendición de cuentas.
Lo que sí es un hecho es la incertidumbre del trabajo y el rol del estado: la ola que viene cambiará los paradigmas del mercado laboral, así que el gobierno necesita adaptarse para la era digital. Si no lo hace, simplemente desaparecerá arrastrado por la ola.
¿Empresas como Tesla nos llevarán a una utopía o a una distopía? Depende de nosotros y de las decisiones que asumamos colectivamente.
Reimaginemos la educación y la capacitación y exploremos cómo se gestionará la sociedad nuevoleonesa.
Suleyman nos exhorta a abrir el diálogo sobre nuestro futuro, a reflexionar sobre los valores que queremos como faros de orientación y a construir un futuro más equitativo y sostenible.
No es una ola, es un tsunami, y depende de nosotros que nos arrastre a la perdición o al anticipo terrenal de una bella utopía.