Opinión

¿Cuál es el estado de salud de Mauricio Fernández, alcalde de SPGG?

Sección Editorial

  • Por: Eloy Garza
  • 23 Octubre 2024, 00:47

Mauricio Fernández tiene uno de los cánceres más agresivos: los médicos le llaman mesotelioma, conocido como cáncer de pleura, es decir, de las paredes que cubren los pulmones. 

La exclusiva periodística que reveló que el cáncer le habría rebrotado justo cuando andaba en campaña electoral se la dio al gran periodista Luis Padua. La entrevista para El Horizonte es un documento de prensa que no puedes dejar de ver, porque se trata de uno de los más reveladores de este año. 

Ni siquiera a sus hijos les confió Mauricio que el cáncer le había rebrotado. Sólo se lo planteó en su momento, a fin de tomar las medidas políticas preventivas pertinentes, a sus colaboradores Luis Susarrey y Mauricio Farah. Sé que también se lo confió al experimentado Rafael Serna, actual secretario de Finanzas y Tesorería Municipal. Los demás mortales sólo lo supimos vagamente como rumor, porque en San Pedro los rumores corren más rápido que las llamas en los departamentos de Akumal. 

Dice Mauricio a Luis Padua que ningún candidato, en ninguna parte del mundo, podría hacer campaña en esas condiciones, mientras se sufren los estragos físicos de las quimioterapias (acaba de concluir la última sesión del tratamiento). Sin embargo, Mauricio terminó el proceso electoral y ganó de calle.

¿Cómo le hizo? Con la misma técnica que el escritor Norman Mailer utilizó para titular una de sus mejores novelas: “Los tipos duros no bailan”. En el argot de Nueva Jersey, Nueva York, donde nació Mailer, la frase quiere decir que los fuertes luchan y no le temen a la muerte. 

Mauricio Fernández no le teme a la muerte; la ve como un proceso natural. Lo sé de cierto. Hace tiempo pude entrevistarlo para el programa “Charla con Eloy Garza”, y en mitad de la entrevista me soltó la mala noticia de que tendrían que extirparle un tumor en la pleura, tras lo cual recibiría radiación e inmunoterapia. Fue su primer round con la muerte. Estaba sereno; duro, pero sereno. 

En esa entrevista le comenté que padecía la misma enfermedad de mi mayor ídolo cinematográfico, Steve McQueen, quien murió de un cáncer de pleura al año siguiente de su diagnóstico en 1980, cuando la ciencia médica todavía no estaba tan avanzada y no se usaba la IA en oncología. (Mauricio ya lleva años defendiéndose, de ahí que su caso sea excepcional y con pronósticos muy alentadores). 

Steve McQueen era otro tipo duro que no bailaba y atribuía su cáncer a la exposición prolongada al asbesto. Mauricio me comentó que esto era cierto, ya que los trajes de los pilotos de autos de carrera (la gran afición de McQueen, con la que ganó la Sebring de 12 horas y otra en Ensenada cuyo nombre no recuerdo) estaban recubiertos con asbesto para evitar quemaduras en caso de un accidente.

Le conté en ese entonces a Mauricio que casi nadie sabe que Steve McQueen, ya muy enfermo de cáncer de pulmón, vino a México a atenderse con tratamientos alternativos. En Baja California recibió “terapia metabólica”, basada en enemas de café, enzimas pancreáticas e inyección de células vivas. 

Yo creo en la medicina alternativa, en la meditación y en los hábitos de vida saludable, aunque no tengo tanto conocimiento sobre el tema como Luis Padua. 

A pesar de todo, Mauricio Fernández está en plena forma para gobernar San Pedro, un municipio muy demandante. Sus colaboradores cercanos, como Susarrey, Farah y, sobre todo, Rafael Serna, tendrán que esperar muchos años para que les toque su turno al bat. Hay Mauricio para rato.

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