Opinión

¿Conviene a Nuevo León el nombramiento de Ron Johnson como embajador de EUA en México?

Sección Editorial

  • Por: Eloy Garza
  • 11 Diciembre 2024, 00:39

Apenas regresaba a Nuevo León Samuel García de la 50 reunión del Consejo de Seguridad Pública con la presidenta Claudia Sheinbaum en Guerrero, cuando se enteró de que el próximo embajador de EUA en México será Ron Johnson. 

¿Es buena o mala esta noticia para los nuevoleoneses? Para quien no entiende de geopolítica ni de seguridad regional, es una pésima noticia. 

Como embajador de El Salvador (2019-2021), Ron Johnson fue acusado de no ser cuidadoso con los derechos humanos y de entregarse a la política de mano dura contra el crimen organizado del presidente Nayib Bukele. Este veterano del Ejército, que aún debe ser ratificado por el Senado estadounidense, está alineado con la agenda “America First” y no se tienta el corazón para exterminar agentes violentos, cualquier cosa que eso signifique. 

Pero para quienes entendemos (porque ese es nuestro oficio) los entretelones de los conflictos regionales y las cloacas del poder político, nos queda claro que la respuesta es mucho más compleja. 

Para empezar, más que los aranceles o las políticas migratorias, la elección de este exmilitar, experimentado agente de la CIA por más de 20 años, confirma que el próximo presidente de EUA, Donald Trump, destacará, por encima de los demás temas, los asuntos relacionados con el combate al narcotráfico. Y lo más importante: Ron Johnson se convierte en un aliado incondicional de los gobiernos nacionales a los que es comisionado como representante diplomático. Es decir, será aliado de la presidenta Claudia Sheinbaum y de su coordinador nacional de seguridad pública, Omar García Harfuch, a quien debemos otorgar algo más que el beneficio de la duda. 

Harfuch tiene una estrategia y cumple a cabalidad su compleja tarea. Reitero: Ron Johnson será un aliado. Y para eso te doy un dato confidencial: Ron Johnson fue destacado como agente secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, con sede en Tampa, Florida, desde donde operó operaciones encubiertas en Afganistán. Eso casi nadie lo sabe. 

Dicho de otro modo, que se pongan en guardia las bandas del narcotráfico. La guerra contra los cárteles viene bastante dura y no habrá excepciones entre criminales ni filtraciones, las cuales tanto han dañado el tejido del sistema político mexicano (y, habrá que decirlo claramente, del sistema político norteamericano).

Si los estados son gobernados por políticos corruptos (como sucede en muchas entidades de la República), las cosas se tornarán muy complejas, porque no habrá concesiones a partir de ahora con los traficantes de drogas, como el fentanilo. 

Si en Nuevo León hacemos las cosas bien (como se lo reconoció abiertamente ayer, en Acapulco, Guerrero, Claudia Sheinbaum a Samuel García, delante de sus demás homólogos, que sabían dónde esconder la cara de vergüenza), podremos garantizar que tendremos una región pacificada íntegramente. 

Somos el estado con más equipo táctico para repeler las fuerzas oscuras. 

En privado, la presidenta Claudia Sheinbaum les dijo a los gobernadores que serán monitoreados diariamente para verificar que no son cómplices de ningún bando ilegal. Si hacen las cosas mal, serán castigados. 

El problema es que, en Nuevo León, la vieja clase política, los oligarcas del poder que dominan las redes locales, no quieren aprobar el Presupuesto 2025. Y si el “Deep State” no autoriza los recursos públicos vía Congreso del Estado, estaremos dando paso libre al narcotráfico y los muertos civiles serán culpa de ellos. Los daños colaterales serán culpa del PRIAN. Ni modo: tengo que ser muy tajante en este aspecto. Está de por medio la integridad física de nuestras familias.  

Solo queda el día de hoy para que el Congreso del Estado apruebe el Presupuesto 2025. No caigamos en los amagos del diputado local Carlos de la Fuente. Si no se autorizan recursos públicos para la seguridad, se pondrá en riesgo la vida de nuestros hijos. Que en sus conciencias quede.

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