Congreso timador, 1957
Sección Editorial
- Por: Adalberto Madero
- 14 Agosto 2024, 00:12
La elección municipal de 1957 fue una calca de la anterior, el partido gobernante rigiéndose por el dedazo y apoyándose en partidos paleros, una oposición aunque innovó su método de campaña y presentó pruebas notariales de los actos ilegales ocurridos el día de las elecciones no fue suficiente para sacar del palacio municipal a los tricolores, veámoslo a continuación.
El Partido Acción Nacional fue el primero en manifestar su intención de contender en las elecciones municipales del 1º de diciembre de 1957. El 22 de septiembre a las 11 de la mañana en el salón Aragón de Monterrey se llevó a cabo la Convención Municipal presidida por el Dr. Gonzalo Guajardo, en la que se aprobó el programa de gobierno y la postulación de Miguel Garza Martínez para contender por la alcaldía regia. A pesar de que Garza Martínez no era miembro del PAN había aceptado la postulación “porque los problemas de Monterrey no pueden permanecer más tiempo sin solución, y ningún regiomontano tiene derecho a negarse a atacarlos.” Había nacido el 5 de julio de 1916, en Linares, N.L. El programa de gobierno proponía: elevar a Monterrey como una ciudad de primera categoría, restablecer la capacidad de servicio en la administración municipal, solucionar el abasto de agua potable, construir escuelas, parques y salvar al municipio de la bancarrota económica, entre otras.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tomó las cosas con calma, hasta el 5 de octubre publicó la Convocatoria para las Convenciones Municipales, mismas que se realizarían el 27 de octubre a las 10 de la mañana en las diferentes cabeceras municipales de la entidad. El día 16 de octubre se destapó el nombre de su abanderado para Monterrey, el Lic. Rafael González Montemayor quien en ese momento era diputado federal por el III Distrito de Nuevo León. Había nacido en Zuazua, N.L., el 23 de abril de 1921, cursó sus estudios básicos y superiores en Monterrey, obteniendo su título de abogado en la Universidad de Nuevo León, fue secretario de la Facultad de Derecho y catedrático de Sociología.
La noche del 18 de octubre se llevó a cabo la asamblea de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) en la cual se elegiría la planilla para formar el próximo ayuntamiento regio. La asamblea estuvo presidida por el Prof. Manuel Flores, delegado estatal y el Lic. Leopoldo González Sáenz, secretario general de la Federación de Organizaciones Populares. La Convención del PRI verificada el 27 de octubre a las 11 horas en el local del Partido a la que concurrieron los delegados de los sectores popular, obrero y campesino en número de 20 por cada sector aprobaron por unanimidad a su candidato de unidad.
Además del PRI, sostuvieron la planilla de González Montemayor, los partidos Socialista Fronterizo, Defensores del Proletariado de Nuevo León y Juventudes Revolucionarias de Nuevo León, no quedaba duda de la existencia de partidos paleros artimaña denunciada por el PAN.
El 2 de octubre, el PAN anunció que el día 13 realizaría su primer mitin de la campaña municipal, en la Plaza Zaragoza a las ocho de la noche, donde fungiría de orador Garza Martínez para dar a conocer “el programa de su campaña y sus propósitos”. Según las declaraciones de los organizadores “el candidato visitará todas las colonias de Monterrey con el propósito de darse cuenta de los problemas más urgentes”. Esta estrategia de “andar tocando puertas”, “gastar suelas” y andar en “mangas de camisa” llamó la atención de muchos periodistas y electores, que veían con buenos ojos que un candidato mantuviera un contacto tan cercano con las personas y dialogara abiertamente sobre los temas fundamentales de su comunidad.
El 28 de octubre, a las 10 de la mañana Rafael González Montemayor arrancó su campaña, la cual estaría dirigida “a conocer los problemas de todos los barrios de Monterrey, para lo cual recorrerá todas las colonias, especialmente las más humildes y alejadas del centro de la ciudad. Ese día, visitaría las colonias Pablo A. de la Garza, Fabriles, Francisco I. Madero, Nueva Madero y Venustiano Carranza”. En todos sus eventos, el abanderado priista señaló que el municipio contaba con pocos recursos, por lo que resultaba indispensable incrementar la hacienda municipal para atender todas las demandas de servicios públicos, como alumbrado, agua potable y servicios de limpia.
El 13 de noviembre tuvo un multitudinario mitin en la colonia Independencia, ahí estableció que: “He decidido no ofrecer más que aquello que con seguridad pueda cumplir y como principio he de prometer trabajo, limpieza y honestidad.” Según la prensa, éste había sido uno de los mítines más concurridos del PRI en los últimos años, se habló de miles de personas que aclamaron al candidato tricolor. Ante miles de trabajadores de la CTM que se dieron cita la noche del 29 de noviembre en la calle de Carlos Salazar, entre Zaragoza y Lerdo de Tejada, ante los de trabajadores de la CTM cerró su campaña prometiendo que sabría cumplir con su cometido y los postulados de la Revolución Mexicana.
Casi todas casillas el PRI arrollo con la mayoría de los votos –independientemente de la legalidad del proceso–, con diferencias que iban desde 3 a 1 hasta 10 a 1, en relación a los resultados obtenidos por el PAN su principal contrincante, en el centro de la ciudad los panistas triunfaron en tres secciones, empataron en dos y en 15 mantuvieron una lucha cerrada.
El 5 de diciembre se reunió la Junta Computadora para realizar el cómputo de votos, reportando el siguiente resultado: Partido Revolucionario Institucional 68,003 votos, Partido Acción Nacional 7,768, Partido Socialista Fronterizo 1,357, Partido Juventudes Revolucionarias de Nuevo León 830 y Gran Partido Defensores del Proletariado de Nuevo León 1,530. Por pluralidad de votos se declaró triunfante a la planilla encabezada por el candidato priista Lic. Rafael González Montemayor.
El resultado se publicó en el Periódico Oficial el 7 de diciembre de 1957. Ese mismo día, los dirigentes del PAN presentaron al Congreso del Estado la demanda de nulidad de la elección municipal, señalando que se habían cometido irregularidades como la instalación de muchas casillas en lugares distintos a los determinados por la Comisión Municipal, la apertura y cierre de las mismas fuera del horario previsto por la Ley para demostrar las presuntas ilegalidades anexaron actas levantadas por los notarios Agustín Basave Fernández del Valle y José D. García Izaguirre Jr.
El 18 de diciembre, la comisión legislativa encargada del caso, presentó al pleno su dictamen. En dicho documento los legisladores establecieron que los elementos probatorios presentados por el PAN no indicaban irregularidades graves que pudiesen nulificar la elección, por lo que declararon improcedente dicha demanda, ratificando en todos sus términos la resolución de la Junta Computadora. El dictamen fue aprobado por unanimidad y dicho decreto se publicó el 8 de enero de 1958. En conclusión, el partido gobernante mantenía las puertas cerradas para la oposición, generando desilusión y desesperación en los ciudadanos que aspiraban al cambio.
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