Ayer se reunieron diputados locales con Carlos Garza, Tesorero de Nuevo León. ¿Qué se dijo en esa nueva reunión?
Sin un comunicado formal (que previsiblemente debió emitir la tesorería), trascendió que el gobierno del Estado buscará, con el presupuesto 2025 (que entrega hoy al Congreso local), un monto de deuda de alrededor de $17,000 millones de pesos (los $2,000 millones adicionales que quiere Agua y Drenaje se mantienen en la opacidad).
Si las cosas avanzan como hasta hoy, este presupuesto será aprobado por las diversas bancadas del Congreso local, sin mayores ajustes ni modificaciones.
¿Se vale que el gobierno del Estado pida más deuda al legislativo local?
En realidad, la pregunta está mal planteada.
Un buen gobierno del Estado no es aquel que se endeuda, sino aquel que es sujeto de crédito. Si un gobernador desempeña mal su trabajo, nadie le prestará dinero, es decir, no podrá ser sujeto de crédito. Dicho de otro modo, no toda deuda es mala si con ella se financian proyectos de infraestructura, educación, movilidad y salud.
No hay deuda mala si con ella se ofrecen incentivos económicos a los sectores productivos o para generar más fuentes de empleo para los nuevoleoneses (hablando en plata limpia, la oferta de empleo en Nuevo León está colmada).
Además, dado que ningún tipo de impuesto es benéfico de origen, los créditos brindan recursos inmediatos en vez de exprimir a la población por la vía impositiva.
Pero si un gobierno no sabe manejar adecuadamente la deuda, como pasó durante el sexenio de Jaime Rodríguez, dará al traste con su calificación crediticia. O su crédito (si es que se lo otorgan) será con tasas más altas.
¿Y a cambio de qué aprobarán las diversas bancadas del legislativo local el proyecto de presupuesto 2025 que les presente hoy el gobierno estatal? A cambio de más recursos para los municipios que gobiernan. Así de claro y así de simple.