Opinión

Champurrado para el recuerdo

Sección Editorial

  • Por: Dolores Martínez
  • 09 Octubre 2024, 00:10

Nuestra cocina y música tradicional, aromas y sabores invaden los hogares al honrar a nuestros seres amados.

Recordar a quienes se han ido a ese lugar, en donde dicen es gozo y puro amor, es un abrazo al alma, a la vida, a la ternura, a la gratitud, compasión y memoria; sin embargo, cuando llegan el 1 y 2 de noviembre, el gran espíritu se transforma en color, alegría, bella música y fraternal convivencia. Preparamos con profundo cariño las ofrendas, platillos, bebidas, fotografías y cantos que disfrutaron en vida. 

Mole con arroz, tamales, atolito de pinole con canela, champurrado, pan, dulces tradicionales, y sus bebidas preferidas los apreciamos en los tradicionales altares dedicados a nuestros difuntos. Son días en los que hacemos aún más presentes a todos los amados que nos han dejado sus enseñanzas, recordándonos el camino hacia el canto y la casa de las flores.

Para nuestro amado difunto… champurrado con pinole

Esta bebida tradicional de México, hecha con maíz criollo tostado al comal, molida en metate, es de alto valor nutricional. Su sabor se acentúa si agregamos canela, piloncillo o un poco de azúcar. Pensar en el pinole es recordar profundamente en mi niñez, en mi abuela, en el rancho, en todas las personas que amorosamente preparaban ese atolito calientito para el frío, ese tamalito dulce con nuez y la galletita para el antojo, puro amor convertido en sabor, recuerdo y vida.

Ingredientes:
100 gr. de chocolate artesanal sin azúcar, en trozos.
1/2 L. de leche, agua o leche de almendra casera.
1 rama de canela.
200 gr. de masa de maíz criollo.
50 gr. de pinole.
100 gr. de azúcar.
40 gr. de piloncillo.

Preparación:
Comenzamos pulverizando el chocolate, el piloncillo y la masa de maíz. En un recipiente, vacía la leche, la rama de canela y azúcar. Agrega la masa y mezcla hasta que suelte el hervor, desbaratando grumos. Añade el pinole y mezcla bien. Espera unos minutos a que hierva todo junto.

Retira del fuego y deja reposar. Licua la mitad de la raja de canela, o al gusto, con un poco del champurrado. Acto seguido, agrega el licuado a la olla del champurrado. Mezcla, prueba y que llegue el recuerdo amoroso de la abuela, de la mamá, la tía y del rancho.

Celebramos el Día de Muertos, fiesta tradicional de nuestro México. Flor de cempasúchil, papel picado de brillantes colores y jarritos de barro se ven en los bellísimos altares que las familias amorosamente arman en las casas y plazas a lo largo del país.

La música y el canto se escuchan en cada reunión que honra a sus seres queridos. Como susurro del viento, escuchamos los bellos versos que el gran oaxaqueño, Andrés Henestrosa, compuso para el tradicional son istmeño, conocido hoy como La Martiniana: No me llores, no, no me llores, no, porque si lloras, yo peno; en cambio, si tú me cantas, yo siempre vivo, yo nunca muero…

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