Todo se desató a partir del punto de acuerdo que rechaza la reforma al Reglamento de Espectáculo en San Nicolás, prohibiendo los shows de drags y travestis en lugares públicos. En la bancada de Morena en el Congreso del Estado se suscitó la primera diferencia abierta y extrema entre los propios integrantes de la bancada.
Dicho de otro modo, este es un capítulo más de una novela que cada vez se pone más intensa: Nuevo León es campo de batallas culturales.
Contra lo que pudiera pensarse, los nuevoleoneses estamos viviendo un renacimiento ideológico en la esfera de valores, creencias y normas culturales que nos hemos impuesto como patrimonio regional. Lo anterior levanta disputas verbales, a veces muy violentas.
Por supuesto, la batalla cultural nuevoleonesa que durante el siglo XX ganó la derecha no se libra en campos de batalla, sino en la contienda sobre el significado de cultura, las formas en que deben organizarse en torno a nuestra identidad y los principios que rigen nuestra sociedad.
¿Pero cuál es la raíz de este debate de la llamada guerra cultural?
El más influyente autor de las batallas culturales es el politólogo James Davison Hunter, cuyo libro Culture Wars: The Struggle to Define America, que leí en los años 90, revelaba el duro enfrentamiento entre conservadores y progresistas en cuestiones morales y sociales como el aborto, la educación, los derechos LGBTQ+ y la separación entre iglesia y Estado.
El libro de Hunter narra casos relacionados con el debate ideológico sobre el aborto (Roe vs. Wade), los derechos LGBTQ+ (matrimonio igualitario) o las discusiones sobre raza (el movimiento Black Lives Matter).
Para tener más claro de qué lado se ubica cada lector de esta columna, conviene leer el libro La batalla cultural: Reflexiones críticas para una nueva derecha de Agustín Laje, quien ataca lo que él percibe como una agenda progresista o de izquierda.
El libro propone una "nueva derecha", en donde la batalla cultural actual se libra en el campo político y económico; principalmente en el terreno de las ideas, la cultura y los valores, como la crítica a la ideología de género, la resistencia a la supuesta hegemonía progresista y el rol de la derecha en la batalla cultural, que va más allá de la mediocre derecha tradicional (según Laje) enfocada en temáticas económicos.
Y tu: ¿en cuál bando te ubicas en la batalla cultural que se libra en Nuevo León?