La reconducción presupuestal no es un logro para nadie en Nuevo León. ¿Qué significa esto? Te lo explico muy fácilmente. El término reconducción económica significa prorrogar el Presupuesto público anterior en caso de que el Legislativo local rechace los proyectos presentados. Es más, basta con que el Congreso local no se pronuncie para que ya no se apruebe.
Este fue el caso con nuestros diputados locales.
Y sin presupuesto 2025 que implicaba incrementos en las partidas destinadas a obras públicas y programas sociales, lo que sigue no beneficia en nada al desarrollo de Nuevo León. Nadie se sale con la suya y todos perdemos.
Erróneamente dice la oposición del Legislativo local que el gobernador Samuel García como quiera no perdió recursos porque aplicará el presupuesto del año pasado, (que para ser precisos, en realidad es el del año 2023, en razón de que las bancadas opositoras tampoco quisieron cerrar en aquel entonces acuerdo alguno).
Pero a falta de esos incrementos que no son más que actualizaciones de montos, y sobre todo a falta del Presupuesto 2025, no habrá posibilidad de solicitar más líneas de crédito. Es decir, no podrá acceder a endeudamiento de largo plazo por segundo año consecutivo.
Y sin esas líneas de crédito (deuda), no habrá continuidad en la construcción de la línea 4 y 6 del Metro, entre otras obras tan necesarias para los nuevoleoneses.
¿De cuanta deuda estamos hablando? Inicialmente de $17,561 millones de pesos (15% de los ingresos de tesorería estatal de libre disposición, que luego, por tal de llegar a un acuerdo, redujo a $5,000 millones de pesos. Pero ni así. Cuando no hay disposición de la contraparte para deshacer el nudo gordiano, ni Alejandro Magno con su espada podrá romperlo. Ni siquiera los Santos Reyes podrán cumplirnos el deseo el próximo 6 de enero.
No olvidemos que el pasado sexenio no se construyó ni un solo metro al Metro. Y en cambio sí se robaron broncamente más de $15,000 millones de pesos, bajita la mano.
Tampoco habrá para seguir reparando los severos daños que nos dejó la tormenta Alberto, ni la carretera Interserrana.
Dicho de otro modo, la reconducción contempla un gasto de $140,000 millones de pesos para que loa ejerza el Ejecutivo Estatal, pero esa cantidad no cubre las obras pendientes.
Para que puedan construirse estas obras, los nuevoleoneses (no solo el gobierno) necesitábamos 8% más, es decir, $152,000 millones de pesos.
8% es el porcentaje que no quiso aprobar el Congreso, porque exigía que 5% se fuera a los municipios que gobiernan (más de $3,000 millones de pesos extras), con lo que de entrada quedarían quebradas las arcas públicas estatales.
Te lo digo con las cifras en la mano. ¿Qué sigue? Apretarnos el cinturón para este año que comienza. De cualquier forma, esperemos que el 2025 venga con prosperidad y bienestar para Nuevo León. Ya se lo merecen nuestras familias que ninguna culpa tienen de los enredos entre políticos.