Opinión

Aldo Fasci confiesa sus principales miedos para Nuevo León

Sección Editorial

  • Por: Eloy Garza
  • 24 Mayo 2024, 12:27

Horas antes de ocurriera la tragedia de San Pedro, entrevisté a Aldo Fasci. Fue una charla cruda, difícil. Hizo revelaciones muy fuertes. 

Esta entrevista no es apta para almas débiles. Habla de graves retornos a escenarios que creíamos susperados y personajes que creíamos olvidados. De pasados que uno creía extintos. De ayeres que pueden ser amenazadoramente nuestro futuro. Mortíferos como plaga bíblica. 

Comienza Aldo con una pregunta simple: ¿quieres retornar al pasado? 

En Nuevo León el pasado tiene nombre y apellido.

Cuestiónate cuanta verdad eres capaz de soportar. Si crees que la suficiente, escucha mañana esta entrevista con Fasci. Mañana te diré cómo y en dónde. 

Después de entrevistar a Aldo Fasci volví a una canción, la más reciente de Bob Dylan: “Murder most foul” (el asesinato más despreciable). 

Aférrate a esa canción como a un respirador. Y tose. Y aspira lo que puedas: el oxígeno es un bien escaso. 

Son 17 minutos inyectados en la vena. Ese hombre  amargado, despreciable y genial que se llama Bob Dylan, le canta a los gringos pero también a los nuevoleoneses. A los texanos (ya te explicaré por qué) y a los regiomontanos.  

Dylan es el profeta que regresa para lastimarnos. Y no es nada consolador. 

Ningún superhéroe vendrá a rescatarte porque los superhéroes no existen. O son villanos con máscaras de redentores. 

Mañana sabrás sobre la entrevista de Aldo Fasci y mientras escucha a Dylan cantar: este día es bueno para vivir y para morir. “Para llevarnos como chivos expiatorios. Abatidos a plena luz del día”. 

“Esperen muchachos. ¿No saben quién soy? Por supuesto que sabemos quién eres. Tienes deudas pendientes. Hemos venido a cobrar”. 

No permitamos que en Nuevo León se cumpla la canción de Dylan este próximo 2 de junio. 

Que no nos cobren deudas ajenas; que no nos carguen culpas de otros, no nuestras. 

¿Cuál es la verdad y a dónde se fue? El mundo se ha vuelto un pueblo peligroso, el más peligroso del condado. O cómo aquella otra novela célebre: “No es país para débiles”. 

¿Queremos ser como esos personajes de la lírica de Dylan, erráticos y resecos, que acaban en un fantasmal rancho polvoriento? 

No cierres tus oídos y tus ojos  a lo que mañana nos dirá Aldo. 

Dylan habla en su canción de la muerte de Kennedy, pero en realidad habla de la muerte de la sociedad moderna que regresa a sus viejos traumas y a negociar con los espectros del pasado. No lo hagas. Siempre saldrás perdiendo. 

En realidad Dylan habla de retornos al mal. Cúbrete, si puedes. Y te aclaro que no estás solo.

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