Las elecciones federales dejaron clara la voluntad popular de que sea Claudia la primera mujer presidenta de México y que sea ella quien continúe con la era de la Cuarta Transformación iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
De manera aplastante, el electorado mexicano se pronunció dos a uno a favor de la candidata Claudia Sheinbaum, dejando en un muy lejano segundo lugar a Xóchitl Gálvez y en un tercero a Jorge Álvarez Máynez.
Claudia no llega sola, llega con otra gran decisión del pueblo de México que le otorga carro completo en las cámaras de Diputados y de Senadores. El plan C se hizo realidad de manera contundente, ninguna sorpresa, pero sí muchos sorprendidos. Las encuestas lo advirtieron y no lo creyeron, muchos medios tuvieron miedo de publicar resultados por temor al escrutinio social de quienes sólo ven lo que quieren ver y, en algunos casos, de quienes quieren imponer su ideal Vs. la realidad que vive el país.
Nuevo León también voto por Claudia, contrario a lo que muchas voces proclamaban, afirmando que en Nuevo León no entra Morena; hoy los resultados electorales confirman lo contrario, en nuestro estado la gente analiza y vota de acuerdo con su convicción y no de acuerdo con lo que un grupo específico le quiere imponer.
Estas elecciones sin duda dejan varias lecciones, tanto en lo federal como en lo local. La presencia de Morena en Nuevo León es el elefante en la sala, ahí está pero nadie lo quiere ver.
Movimiento Ciudadano paga alta la factura de las investigaciones periodísticas contra el gobernador y la tragedia de San Pedro; y el PRIAN mantiene un coto de poder local que le sirve de oxígeno para sobrevivir cómodamente ante la inminente debacle nacional de sus partidos.
Así las cosas, a nivel nacional la mayoría calificada que se prevé tenga Claudia Sheinbaum en la Cámara de Diputados y en el Senado servirán para sacar adelante su proyecto de nación lo que es estratégico para lograr un buen gobierno. Por otro lado, en la elección estatal se advierte en el Congreso local una batalla intestina de la mayoría que pertenece al PRIAN contra el gobierno estatal, pero esta vez con otras condiciones, que sin lugar a dudas hoy le favorecen y pueden cambiar el curso de la política interna.
Lo que es histórico para Nuevo León en esta elección es la llegada al poder de nuevas fuerzas políticas que cambian la composición tradicional de la política local y que pueden cambiar el destino del estado para el año 2027; hagan sus apuestas y prohibido subestimar a ningún partido. En resumen y al unísono México gritó ¡es Claudia!