Opinión

Águila y langosta

Sección Editorial

  • Por: Javier Gutiérrez
  • 20 Febrero 2024, 00:31

Muchas veces necesitamos parar para reiniciar nuestro camino en la vida.

Si no decidimos hacerlo, podemos quedarnos dando vueltas en círculos.

En ocasiones podemos motivarnos o quizás reflexionar con experiencias de animales que podemos aplicar en nuestra propia experiencia, y con ello sacudirnos de ideas adversas o limitantes.

Y hay dos historias que me gustan mucho, la primera, aunque falsa, tiene un mensaje muy interesante y se trata del mito de que las águilas, cuando se dan cuenta que sus capacidades para seguir viviendo, cazando y desplazándose se ven mermadas, se refugian, tres meses y durante este retiro, pierden su pico.

El cual al crecer nuevo es fuerte y con el arrancan sus alas y uñas, una vez que se han desprendido de todo lo viejo, esperan pacientes para que las alas y garras nuevas surjan y retoma su vida rejuvenecida y fortalecida.

En este mito del águila podemos rescatar lo importante de DECIDIR parar, de tener que salirse de la vorágine de los compromisos y darse un tiempo para renovarse a uno mismo y ya a solas, dedicar toda la energía a cambiar.

A arrancarse todos los viejos lastres y aprender para salir fortalecidos y enfrentar de una forma más sabia los siguientes retos y aunque para las águilas sea un mito, para los seres humanos puede ser una transformadora realidad.

El segundo animal que nos puede servir de motivación es la langosta, y esto si es real, cada tanto tiempo las langostas tiene que quedarse sin exoesqueleto ya que este no crece a la par de ellas y les queda chico.

Entonces requieren uno nuevo que empiezan a formar y este sustituye al anterior, sin embargo, el nuevo esqueleto es blando al inicio y por eso la langosta debe estar protegida, para no ser presa fácil de depredadores, hasta que su esqueleto externo sea lo suficientemente duro para protegerla.

En este suceso tan maravilloso de la naturaleza, el mensaje es que sin esfuerzo no podríamos crecer, sin esa fuerza que la langosta debe aplicar a su viejo caparazón, no podría por lo tanto crear uno nuevo y ser más grande y fuerte.

De tal manera que para poder nosotros crecer y no quedarnos estancados podemos encontrar fuentes de inspiración tanto reales como mitológicas, eso, al final, no importa, lo que importa es que consideremos que si estamos estancados en nuestra vida sin percibir que en ella se va generando un crecimiento e inspiración no nos quedemos con el trillado “ahí la voy pasando”.

Sino que hagamos de nuestra vida una maravillosa aventura de crecimiento y de resiliencia. Hasta el siguiente momento presente.

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