Urge estrategia integral contra el alcohol al volante

Los retenes viales, conocidos como ‘antialcohólicas’, que se aplican en la urbe regia y que han ayudado a disminuir los choques relacionados con el alcohol, tienen ‘puntos vulnerables’ que pueden ser contrarrestados con la implementación de otras metodologías, como el patrullaje constante, según apuntan expertos en la materia.  

Y es que, a pesar de que los filtros logran detectar y disuadir a conductores ebrios, un análisis realizado por el equipo de El Horizonte, consultando a expertos en la materia, revela que estos filtros tienen puntos vulnerables que pueden ser cubiertos con otras estrategias, como el patrullaje conocido como operativo carrusel.

Los filtros antialcohólicos permiten la detección directa de conductores bajo la influencia del alcohol mediante pruebas de alcoholemia. Su presencia visible actúa como un elemento disuasorio, haciendo que los conductores piensen dos veces antes de manejar ebrios. Además, son eficientes en términos de recursos humanos y materiales, ya que se concentran en puntos específicos y no requieren un despliegue constante de patrullas. Sin embargo, su limitación geográfica y predictibilidad pueden ser explotadas por los conductores, quienes pueden aprender a evitarlos.

Por otro lado, los operativos carrusel implican patrullajes móviles que cubren una área más amplia y variada, reduciendo la posibilidad de que los conductores ebrios eviten la detección. La naturaleza móvil de estos operativos hace que sean menos predecibles, aumentando la probabilidad de detectar conductores ebrios. Además, las patrullas pueden ser redirigidas rápidamente a áreas donde se sospecha que hay un mayor riesgo de conductores ebrios, basándose en información en tiempo real.

Sin embargo, los patrullajes tienen como desventaja la falta de políticas públicas que los promuevan. Los gobiernos municipales, en su mayoría, han optado por no explorar nuevas vías y se han centrado en los filtros antialcohol como la principal estrategia de prevención. Esta falta de apoyo institucional limita la implementación y efectividad de los operativos carrusel, a pesar de su potencial para complementar los esfuerzos existentes.

Expertos apuntan a que una estrategia combinada, que utilice tanto filtros antialcohol como operativos carrusel, podría ser la más efectiva. Los filtros antialcohol pueden ser utilizados en áreas de alto riesgo y en horarios específicos, mientras que los operativos carrusel pueden complementar estos esfuerzos al proporcionar una cobertura más amplia y menos predecible.

Ernesto Cerda Serna, presidente del Instituto de Estudios Estratégicos, sugiere que “la gente que se encuentra tomada no sea multada, sino que sea llevada a través de familiares o del pago de un taxi, esos Uber, a su casa. Pero que quiten y que la primera vez que te pesquen sea una sanción administrativa y luego ya después si reinciden, si vamos a cambiarle la jugada, o sea, estamos de acuerdo en que hay que castigarlos, pero la primera es una multa simplemente administrativa de atención”.

Luis Susarrey, secretario General de San Pedro, enfatizó la importancia de la prevención: “Lo más importante es la parte preventiva. Usualmente, los ciudadanos asocian a este tipo de retenes, pues con medidas, medidas recaudatorias, medidas que se utilizan, este, pues, para multar. Para recaudar en las arcas municipales. Y no tiene por qué ser así. Nosotros creemos más en el enfoque preventivo, es decir, mediante campañas de concientización, mediante buenas prácticas y los valores que caracterizan a nuestra comunidad. Pues que la gente no conduzca en esa situación”.

Eduardo Sánchez Quiroz, comisario general de la Secretaría de Protección a la Ciudadanía de Monterrey, explica que “Hacemos los operativos permanentes y así es como lo marca la ley, es como lo complementamos, en este caso las alcohólicas están hechas para evitar un accidente fatal. En caso de que, pues, vayan conduciendo en estado etílico”.