Se cumplen 36 años del paso del huracán Gilberto por NL
El huracán Gilberto, que pegó en la metrópoli regia la noche del 16 de septiembre y la madrugada del día 17, dejó como legadó la solidaridad y prevención
- Por: Olivia Martínez
- 17 Septiembre 2024, 13:07
El paso del huracán Gilberto por Nuevo León en 1988 dejó una estela de dolor, de destrucción y de muerte.
La entidad se recuperó, y quedaron la solidaridad y la prevención como legado.
Los regios evocan al que ha sido considerado el peor huracán del siglo 20 en Nuevo León.
El fenómeno pegó la noche del 16 de septiembre y la madrugada del día 17.
Don José Juvenal Uresti trabajaba en la empresa Protexa.
"Andábamos apoyando gente y vimos muchas cosas, feas por lo del agua", recordó.
"(El legado que quedó fue) el apoyo que dimos, el apoyo que dimos a la comunidad", expresó.
Su esposa, doña María de Jesús Bustos, dijo que parece que fue ayer.
"Demasiada agua que bajó de las calles, del cerro, no podíamos pasar, asomarnos, nada más veíamos la tierra, el agua, las piedras que llegaban a las casas, bajó mucha piedra, y no sabíamos nada porque se fue la luz, no sabíamos nada", comentó.
"Demasiada tristeza y ayudar en lo que pudiéramos… parece que fue ayer”, evocó.
Oficialmente, el gobierno estatal reportó que hubo menos de 300 muertos, versión que nadie creyó, pues por todos lados las familias buscaban a sus desaparecidos.
El secreto de la cifra real de víctimas se lo llevó el río Santa Catarina, pues gran parte de los arrastrados por la corriente quedaron sepultados bajo su lecho.
Eran otros tiempos, no había avances tecnológicos; y apenas un año antes, con el terremoto de 1985 en la Ciudad de México, había surgido Protección Civil.
Eso sí: en Nuevo León los damnificados fueron miles y para darles comida y terrenos la sociedad civil se unió y surgió una palabra: solidaridad.
"Lo que tiene Nuevo León es que siempre ayuda una gente a otra, eso es lo que siempre ha habido aquí”, refirió otro regio.
El monumento levantado en honor de las víctimas se llama La Flama de la Solidaridad.
Sin duda, la prevención fue el mayor legado del huracán Gilberto, y la prueba es que en los fenómenos naturales siguientes el saldo mortal ha sido mínimo.
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