Peligran 20 edificios históricos por abandono del Centro

El abandono que predomina en gran parte del Centro de Monterrey tiene una parte aún más lastimosa: la pérdida o el riesgo de perder las pocas construcciones históricas que quedan en la ciudad.Y es que de acuerdo con el Instituto Municipal de Planeación Urbana y Convivencia de Monterrey, de los 2,800 inmuebles que hay en desuso, hay por lo menos 20 edificios históricos que tienen más de 100 años de antigüedad, que están a punto del colapso o de plano algunos ya solo son escombros.Además, el Instituto Nacional de Antropología e Historia en Nuevo León afirma que existen poco más de 1,300 inmuebles catalogados como monumento histórico o como con valor cultural; siendo Monterrey el municipio que más concentra, con 402.Y ante esto, el INAH, a cargo en Nuevo León de Martha Imelda Ávalos, señaló que es urgente que el municipio y el estado creen un fideicomiso de conservación del centro histórico regio, como existen en la mayoría de las entidades del país.En este, dijo, deben de participar gobiernos e iniciativa privada, así como los propietarios localizables de los inmuebles.“Los incentivos deben correr a cargo del gobierno municipal y estatal, como en otros estados, en cuyos centros históricos se crean fideicomisos, donde hay aportación del gobierno, de la iniciativa privada e intervención de organismos públicos y privados, esto ayuda mucho a la conservación.“Aquí nunca hemos conformado un organismo y sería importante hacerlo, sino un fideicomiso, a lo mejor un organismo que esté orientado a la conservación de este importante patrimonio cultural”, propuso.También, señaló la delegada del INAH, es urgente la creación de un programa que desenrede el tema de las propiedades intestadas, que son gran parte la problemática que ha originado esta situación.Tal programa trabajaría, incentivaría y hasta obligaría a los dueños a conservar dichas casonas que son monumentos históricos.Y es que, aseguró, sólo de esta manera se podría atender la falta de interés de los propietarios de los inmuebles y la recuperación de aquellos espacios que se encuentran intestados.“Es cierto, hay muchos que están en el abandono y lo están porque algunos de ellos están intestados, mientras que otros porque los propietarios no quieren restaurarlos y darles mantenimiento; prefieren que se caigan a hacer la restauración, como en Barrio Antiguo.“Tendrían que ser los municipios quienes establezcan una política de cómo poder rescatar estos inmuebles históricos y que están intestados; sería muy provechoso”, consideró.El Horizonte dio a conocer el pasado lunes que el Centro de Monterrey padece una enfermedad que luce incurable y lo deja en un peligro de muerte: el abandono, pues actualmente es el escenario de 2,800 inmuebles en desuso.Ni zona protegida de Barrio Antiguo logra salvarseEl Horizonte recorrió los edificios y constató el mal estado que impera, pues además de ser común que se encuentren vandalizados y con muros a punto de caer, la acumulación de basura y maleza son también una constante.Por ejemplo, en plena zona protegida de Barrio Antiguo se ubica una construcción que data desde aproximadamente 1910, y cuya fachada luce llena de grafiti.De un estilo neoclásico y con un particular valor artístico, el inmueble guarda en su interior hierba crecida y escombro, de lo que hace más de un siglo fue una vivienda plurifamiliar.Sobre la avenida Washington, en su cruce con Emilio Carranza, se encuentra otra edificación clasificada como histórica por las autoridades, sin embargo, pese a su importancia, los años de abandono le pasaron factura.Y es que importantes y profundas grietas son obvias a simple vista, sobre todo en la parte alta de la fachada, donde los huecos debido a las fisuras son de varios centímetros de ancho.Por dentro, el estado no es mejor, pues los viejos muros también presentan cuarteaduras.Una de las evidencias más claras del abandono del patrimonio cultural en el Centro es un edificio catalogado como Monumento Histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, y que desapareció por completo.Se ubicaba desde el Siglo XIX, donde ahora cruzan las calles de Washington y Diego de Montemayor, y pese a que todavía es considerado en los registros municipales, el lugar ahora es únicamente un terreno baldío.Archivos muestran como para el año 2009 quedaban sólo algunos muros del primer piso de la fachada, y para el 2014 ni una piedra había del monumento.Ahora, el inmueble sólo puede apreciarse en pocas fotografías sobrevivientes provenientes de catálogos de la Federación.Durante el recorrido realizad fue posible ver a jóvenes tirando escombro en el predio, y de acuerdo con autoridades y vecinos del sector, personas en situación de calle lo utilizan para pasar la noche.

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