Pelean regios cada vez más con vecinos; conflictos crecen 34%

Los desacuerdos, las fricciones y los pleitos entre vecinos de la urbe regia por problemáticas como el ruido, la basura o el estacionamiento son cada vez mayores, e incluso una estadística apunta a que este fenómeno social creció 34%, en un año.  

Se trata de la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, en la que se reporta un incremento de conflictos, pasando de 811,984 en 2022 a 1 millón 089,746 en 2023. 

Este dato también es interpretable de la siguiente forma: hay cuatro pleitos cada dos minutos en la Zona Metropolitana de Monterrey, superando el indicador de tres pleitos cada dos minutos.  

La encuesta presentada por el organismo federal enlista como temas de conflictos vecinales el ruido excesivo, la basura tirada en calles y banquetas, así como la quema de esta, los problemas por el estacionamiento en vía pública y al tapar cocheras o ganar cajones, así como los chismes o malentendidos.

Estos desacuerdos entre vecinos son la principal causa de conflictos entre civiles en la ciudad, es decir, la primera posición en una lista de seis tipos de enfrentamientos.  

El segundo tipo son los pleitos entre desconocidos en la calle, el tercero con autoridades, el cuarto con familiares, el quinto en establecimientos y por último la sexta posición con compañeros de la escuela o del trabajo. Ante el evidente crecimiento de conflictos en la zona metropolitana de Monterrey, el analista, Gilberto Marcos, sentenció que es necesario que los ciudadanos sean más consientes y que existan mejores maneras para mediar las discrepancias en la sociedad neoleonesa.  

“Necesitamos más formas de mediación y una de ellas es a través de las juntas de vecinos electas democráticamente y también están los jueces auxiliares, para eso son principalmente, aunque muchos a lo mejor no tienen las habilidades para eso, porque no les dan los cursos de mediación de conflictos”, argumentó Gilberto Marcos.  

En un recorrido realizado por El Horizonte, en calles de la ciudad se palparon las huellas y vestigios que dan pie a los pleitos documentados por el INEGI, y es que no es difícil toparse con problemáticas como basura en la calle y la “rebatinga” del estacionamiento.  

Por ejemplo, banquetas invadidas por bolsas de basura y desechos que algún vecino que no tuvo la preocupación de colocar en un contender, las ramas de un árbol talado dejadas en una banqueta obstruyendo el paso, así como cacharros que algún otro vecino dejó en la banqueta de su casa usando incluso parte de la calle para también colocarlos.  

En el caso del estacionamiento, la postal de ingeniosas cubetas con capacidad para 19 litros que originalmente se compraron con pintura o impermeabilizante que ahora tienen un relleno de mezcla de cemento para apartar cochera, así como postes, burros metálicos o incluso conos anaranjados. 

RESIDENTES DE GUADALUPE Y SAN NICOLÁS, CON MÁS ENFRENTAMIENTOS REPORTADOS 

Los dos municipios metropolitanos con mayor taza de pleitos entre vecinos por cada 1,000 habitantes son Guadalupe y San Nicolás, que además son también los que registraron mayor incremento de casos de 2022 a 2023. 

En Guadalupe hay 550 pleitos por cada 1,000 habitantes, equivalente a un poco más de la mitad de la población.  

En San Nicolás, que es la segunda posición, los hay 251 conflictos por cada 1,000 habitantes, seguido de Escobedo con 246 y San Pedro con 242.  

Le siguen Santa Catarina con 188, Apodaca con 184 y Monterrey con 78.12, el más bajo.   

Paradójicamente, por reportes brutos o totales, Monterrey es el municipio que encabeza la lista con 417,929 pleitos, es decir, 24 conflictos cada minuto. 

Siguiendo el mismo criterio de tiempo, por minuto se registran 12 pleitos en Guadalupe, siete en San Nicolás y Apodaca respectivamente, seis en Escobedo, tres en Santa Catarina y dos en San Pedro.  

Las diferentes formas de análisis de esta estadística, ya sea por cada 1,000 habitantes o por cada minuto transcurrido, dejan en claro la presencia de esta problemática social, que se detonó en 2023, año en que se presentaron en la urbe regia factores sociales y ambientales como la crisis hídrica y el calor extremo, detonantes de conductas erráticas de acuerdo con expertos.  

“El estrés por calor puede incrementar la irritabilidad y el comportamiento agresivo al afectar los procesos cognitivos y la actividad de neurotransmisores en el cerebro”, señala un estudio de 2023 del Yale Journal of Biology and Medicine.

*Con información de Víctor Amaro