Nuevo León

Maestra perdonó a su agresor antes de fallecer

Durante sus últimos días de lucidez, la maestra Cecy Solís perdonó la agresión de la que fue víctima por uno de sus alumnos, así lo indicó Javier Aguilera, sacerdote y amigo de la familia

  • Por: EH
  • 30 Marzo 2017, 18:00

Tras ser víctima de un ataque que le cobró la vida, la maestra Cecilia Solís dejó este mundo perdonando a su agresor.

Murió perdonando, murió pidiendo por los que le hicieron daño, murió con el corazón bien limpio, indicó el capellán de los colegios Mano Amiga, Javier Aguilera.

Cecy destacó por ser una joven dedicada a sus alumnos, que disfrutaba además de acudir de misiones.

Era maestra y vivía preparando sus clases para sus alumnos, volcada a su misión de docente dejándoles un poquito más siempre de lo estrictamente marcado, los fines de semana se dedicaba al coro, a los grupos parroquiales, estaba preparando su misión, no se cuantos años llevaba Cecy con misiones en Semana Santa, llevando el testimonio a los pueblos más remotos, puntualizó.

El capellán de los colegios Mano Amiga, Javier Aguilera, indicó que cuando la profesora recobró la conciencia no recordaba nada de lo sucedido el 18 de enero, tras el gran avance que presentó en su recuperación, su familia mantenía la esperanza de regresar a su hogar.

Si había incluso una fecha para salir del hospital ya había sido prácticamente dada de alta, y ya estaban acondicionando su casa para recibirla ahí pues Dios tenía otros planes, todavía no sabemos muy bien yo más o menos lo veo porque le permitió tener este periodo de grande lucidez un periodo muy útil para prepararse, para perdonar, dijo.

Lamentablemente, fue este miércoles cuando Cecy perdió la batalla contra la muerte.

La mañana de este jueves sus restos fueron velados en unas capillas del municipio de Santa Catarina, donde se indicó que sería este viernes en punto de las 8:00am que se brindaría una misa en su honor en la parroquia de la Natividad del Señor, donde ella participaba en el coro.

Sus restos serán sepultados en punto de las 11:00am.

Vivió haciendo la voluntad de Dios, no le faltó nada, cumplió su misión, cada día como si fuera el único, vivía en una sana intensidad al pendiente de lo importante, finalizó.



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