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Nuevo León

Deja gobierno de Miguel Treviño sabor ‘agridulce’ en San Pedro

El exalcalde de San Pedro se negó a escuchar a vecinos en proyectos polémicos, como las regeneraciones en Centrito Valle y el Casco Urbano


  • 14
  • Octubre
    2024

Quizá no le dejó archivos en las computadoras, pero lo que sí le dejó el exalcalde Miguel Treviño a su sucesor, Mauricio Fernández, en San Pedro, fueron oportunidades para que el nuevo alcalde se “cuelgue medallas” al poder “vengar” a numerosos vecinos que quedaron lastimados en esa gestión.

Y es que las acciones y obras de Miguel terminaron dejando un sabor “agridulce”, pues, aunque muchas conllevaron mejoras para los sampetrinos, estos se terminaron topando con actitudes “dictatoriales” y hasta vengativas del gobierno municipal.

El último enfrentamiento fue con el propio Mauricio, luego de que este martes el nuevo alcalde acusara que le borraron todos los archivos de las computadoras municipales. Además, Miguel acarrea un historial de pleitos con los propios vecinos.

Incluso, resulta increíble que, pese a ejecutar grandes obras en dos trienios, como la creación de nuevos parques o el invertir $700 millones en la remodelación del Centrito y el Casco sampetrino, Treviño de Hoyos, en vez de capitalizarlas en favor de su popularidad, haya terminado “castigado” en las urnas por una mayoría de sampetrinos que optó por votar por otra opción política.

Parte de la explicación son los enfrentamientos y “pleitos” que tuvo Miguel con muchos de los propios vecinos que le habían dado el voto; pleitos, irónicamente, derivados de sus propias obras, en las que optó por no escuchar peticiones críticas y hasta enfrentó con “saña” a vecinos que lo contradecían. 

Entre las confrontaciones más sonadas estuvieron las de la Ciclovía (la llamada Vía Libre) en Alfonso Reyes, el maltrato al vecino filántropo Gustavo De la Garza, sólo porque él construyó un salón para conciertos de arte gratuitos en su casa, abusos contra el desarrollo Ysabella, y el “tiro de gracia”, que fueron sus pleitos con vecinos y comerciantes por la remodelación del Centrito y Casco sampetrino.

Curiosamente, ejemplo de ese estilo “agridulce” son muchas de las obras que deja, como los letreros que colocó en todas las entradas del municipio, los cuales dan la “bienvenida”, pero luego advierten que la velocidad máxima son 50 kilómetros por hora.

Se trata de una mezcla poco afortunada de señales, pues, en el mundo, los letreros de “bienvenidas” suelen ser oportunidades para dar mensajes positivos o resaltar características benévolas de las ciudades. 

En cambio, en San Pedro, Miguel comenzaba dando la bienvenida, para inmediatamente poner reglas, siguiendo un estilo “represor”, lo que termina siendo una bienvenida “agridulce”, como lo fue toda su administración.

Otro ejemplo que terminó “agridulce” fue la remodelación del Centrito Valle y el Casco urbano de San Pedro, con una inversión sin precedentes de $700 millones de pesos. 

“Pese a esa inversión histórica en la remodelación de $700 millones de pesos en una obra mayúscula y en muchos sentidos magnífica, Miguel no pudo obtener el respaldo popular para él y su candidata Vivianne Clariond, lo cual habla de lo mal que la ejecutó”, afirmó Luis Susarrey, actual City Manager de San Pedro, a El Horizonte.

Así, esas mismas obras que podría haber “encumbrado” a Treviño abonaron más a su “declive”, y todo por no escuchar ni abrir espacio a resolver las inconformidades, sino, al contrario, empecinarse en hacer su voluntad.

Según líderes vecinales, Miguel Treviño los maltrató e incluso hasta reprimió, como fue el caso del empresario Gustavo de la Garza.

Treviño llegó en el 2018 a la alcaldía sampetrina enfundado en el traje de demócrata, pero, en la práctica, no pareció entender que los servidores públicos, en realidad, son personas “contratadas” por los ciudadanos, pues empezó a tener enfrentamientos poco comunes con ciudadanos. Y es que, lejos de tratar a los ciudadanos como “jefes” o “empleadores”, prefirió no escuchar a muchos de ellos.

El estilo que algunos también califican como “bipolar”, es decir, que hacía obras, pero anulaba a sus beneficiarios, se ve en proyectos como la remodelación del Centrito Valle, el Casco Urbano y construcción de la ciclovía Vía Libre.

También un caso emblemático de maltrato a los ciudadanos es el del empresario Gustavo de la Garza con quien Treviño se ensañó al clausurarle parte de su residencia, en Valle San Ángel, por tener un recinto donde el filántropo promovía la cultura mediante recitales gratuitos de música clásica y clases de piano.

Uno más es el de Torres Ysabella donde el alcalde ordenó tumbar un puente de 600 metros que daba a ese desarrollo en fuentes del Valle sin esperar el resolutivo final de los tribunales.

Además, ordenó construir un parque en la entrada del desarrollo, con lo cual ocasionó un quebranto millonario sin que el caso estuviera resuelto totalmente.

María Elena Assad, presidenta de Fuentes del Valle, y Gilberto Marcos, vecino de Palmillas, coincidieron que con Treviño quedaron abiertas muchas heridas 

“Los vecinos de San Pedro dicen que hay dictadura (en México), pero si quiere saber donde sí hubo dictadura, pues la padecimos por seis años aquí en San Pedro, esa es la real dictadura que existió país.

“A los gobernantes no se les debe de olvidar que si están ahí es porque quieren ser servidores públicos y esto significa servir a la gente, si no van a venir a servir a la gente que se dediquen otra cosa”, afirmó Assad.

En tanto, Marcos, quien fue presidente de Vertebra, afirmó que el exalcalde sampetrino siempre vio “moros con tranchete” porque cuando se le buscaba para tratar alguna problemática o hablar en nombre de algún vecino, argumentaba que había intenciones políticas de atacarlo.

“Pudo haber hecho cosas muy buenas, pero le faltó dejar a un lado el autoritarismo porque la lógica del autoritario es la descalificación y al no haber conversación había descalificación por parte del gobierno municipal.

“Entonces yo creo qué una de las palabras que mejor define la democracia en la conversación y él nunca estuvo dispuesto a conversar con los que pensaban diferente o tenían dudas inquietudes sobre lo que estaba haciendo, le faltó cabildear más y convencer más a los ciudadanos que se ponían por lo que fuera a las obras que se pensaban realizar”, señaló.

De las promesas a las protestas

Son muchos los botones de muestra en los que Treviño se enfrentó a los ciudadanos.

El 7 noviembre 2022, arrancó la remodelación del Centrito Valle y del Casco Urbano con una inversión de $700 millones de pesos.

Desde un inicio, vecinos y comerciantes pidieron ajustes porque el proyecto anulaba ingresos a sus viviendas y proyectaban cierres totales de las calles.

Pero el entonces alcalde nunca los escuchó. Incluso hubo protestas y bloqueos, pero aun así los cierres se mantuvieron durante más de un año, lo que provocó el quiebre de comercios y la salida de familias de ambos sectores.

En caso de la ciclovía Vía Libre es otro más, donde incluso los vecinos salieron a bloquear calles, pero ni así lograron ajustes en el proyecto.  
En octubre 2021, inició la construcción de esa vía en la avenida Alfonso Reyes, desde la UDEM hasta Paseo de las Olimpiadas, con una inversión de $40 millones de pesos.

Los vecinos de 16 colonias se enojaron porque, incluso a muchas viviendas, les tapaban el ingreso a sus cocheras. 

La vía tiene una subutilización, por lo que está en vías de ser eliminada, atendiendo al clamor de los vecinos. 

Un caso más es el de Torres Ysabella, que empezaron a ser demolidas el 3 de febrero pasado, luego de que el municipio supuestamente logró demostrar que los permisos dados por gobiernos panistas para 136 departamentos se habían violado, porque en realidad fueron 189.

A pesar de que el desarrollador, Federico Zambrano, ganó recursos de amparo, el municipio tumbó el puente que daba acceso al desarrollo y construyó un parque.

El caso de Gustavo de la Garza, empresario de telecomunicaciones, fue muy sonado, pues Treviño ordenó clausurarle parte de su vivienda al indicar que no tenía permiso para el recinto Las Cuatro Estaciones.

El 1 de febrero del año pasado, llegaron empleados municipales, los cuales tumbaron una raja e ingresaron al domicilio para cerrar el miniauditorio.

Este lugar no tenía taquilla, pues no era espacio de comercialización, sino que más bien era un espacio domiciliario donde había presentaciones de música clásica.

Aun así, Treviño cerró durante meses ese lugar.

Es San Pedro una "Ciudad tortuga"

Además, Treviño hizo de San Pedro una “ciudad tortuga”, pues implantó en todo el municipio una velocidad máxima de 50 km/h, cuando en otros municipios es superior.

Con esto, prácticamente hizo una ciudad “tortuga” porque incluso esto aplica en los “freeways” sampetrinos, como Lázaro Cárdenas, Alfonso Reyes y Morones Prieto.

En el caso de Lázaro Cárdenas, hay tres carriles de cada lado y tres en cada lateral, lo que es espacio suficiente para circular, pero aun así la velocidad autorizada es menor que en otras arterias.


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