Castigan con retén ineficiente en vía a Reynosa

Mientras los regios pueden desplazarse sin tardadas revisiones de seguridad en la mayoría de las carreteras que llevan a la frontera de EUA —como la de Nuevo Laredo o Miguel Alemán—, en la que lleva a Reynosa-McAllen, que es menos peligrosa y menos transitada, se topan con un retén “malhecho” de la Guardia Nacional, que se ha vuelto cada vez más lento e ineficiente, y que causa severos retrasos a los viajeros sin mucha utilidad aparente.

Dicho retén es causa de fuerte molestia para los usuarios de la vía, quienes van de paseo, por trabajo o que transportan mercancía, pues tienen que padecer filas de una hora o a veces más, para un traslado que antes solía ser de unas dos horas hasta la frontera.

Además, el retén da mala imagen de la autoridad federal, pues luce “tercermundista” al estar montado con trafitambos viejos, llantas apiladas, mallas desgastadas y chozas hechas de tablas y láminas.

Líderes de opinión calificaron como absurdo el que la Sedena mantenga ese retén en tan malas condiciones, que sólo molesta a quienes usan la vía y además le pega a la productividad al retrasar el traslado de mercancías, mientras las otras carreteras no lo tienen.

Voces como la del activista Gilberto Marcos dijeron que si la finalidad es fomentar la seguridad de los viajeros, es absurdo pensar que los delincuentes se formaran en las largas filas.

El retén “tercermundista” se ubica en el kilómetro 167 de la Carretera Monterrey-Reynosa, en el territorio de Nuevo León, y a 10 kilómetros de la ciudad de Reynosa, Tamaulipas.

En tanto, las vías que conducen a Laredo, Texas, es decir, la carretera libre y la autopista a Nuevo Laredo, así como la Carretera a Miguel Alemán, no tienen retenes “agobiantes” para los usuarios.

En un recorrido realizado por El Horizonte, familias dijeron que el puesto militar de la Monterrey-Reynosa les “enferma”.
Tal es el caso de las hermanas América y Verónica Ruiz, quienes cada fin de semana viajan de Monterrey a McAllen.

Con ellas, normalmente va su madre Norma Ruiz, quien padece diabetes y utiliza medicamento como insulina.

El Horizonte acompañó a esa familia regia y durante el recorrido constató como sus tres integrantes padecen de manera diferente las afectaciones del embotellamiento.

Las mujeres indicaron que siempre les tocan las filas de más de una hora y lo peor es que es “para nada” pues a veces el puesto está solo.

Y aunque dicen no estar en contra de las revisiones, sí consideran que el procedimiento puede mejorar, sobre todo porque es el punto más tardado de otros dos retenes de autoridades estatales.

Y es que además de este retén, un kilómetro antes, también en territorio de Nuevo León está otro de la FGR y ya en Tamaulipas hay otro del SAT y del Servicio Nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).

Por su parte, para la señora Norma la tardanza en el tramo le genera una sensación de inseguridad, sobre todo en aquellas ocasiones cuando la luz del sol termina y ellas siguen en la fila.

Las hermanas América y Verónica Ruiz, junto a Norma, su madre de la tercera edad, partieron de Monterrey con la idea de hacer dos horas y media de camino, sin embargo, el tiempo se elevó por el retén.

IP ya se quejó

La presencia del retén ya provocó la queja sectores productivos que incluso ya han llevado el reclamo ante la Guardia Nacional.

Anteriormente, el retén lo operaba la Sedena, pero, según fuentes, a mediados del año pasado pasó a manos de la Guardia Nacional.

Las fuentes indicaron que los integrantes de la Cámara del Transporte de Carga ya buscaron a los directivos de la Guardia Nacional para pedirles que solucionen esta situación.

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