Sara se degrada a Depresión Tropical en su curso hacia México

La tormenta tropical Sara se degradó este domingo a Depresión Tropical en su rumbo hacia México, según informó la Coordinación Nacional de Protección Civil. En su último reporte, el fenómeno se localizaba a 85 km al oeste de Belice y a 145 km al sur-suroeste de Chetumal, Quintana Roo, desplazándose hacia el noroeste a una velocidad de 113 km/h.

A pesar de haberse debilitado, Sara continúa provocando intensas lluvias en varias regiones del sureste de México y Centroamérica.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió que las lluvias podrían generar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en diversas áreas, especialmente en Chiapas, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. En particular, se prevé que la tormenta deje lluvias torrenciales en Chiapas, Campeche y Quintana Roo, mientras que las precipitaciones serán moderadas a fuertes en Tabasco y Yucatán.

Sara tocó tierra este domingo en Belice, donde los meteorólogos han emitido alertas por el riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en áreas propensas.

El fenómeno había estado estancado en la costa norte de Honduras desde el viernes, donde causó crecidas en los ríos y atrapó a varias personas en sus hogares debido a las lluvias intensas. La advertencia de tormenta tropical también afecta a Guatemala, El Salvador y partes de Nicaragua, que podrían recibir hasta 38 cm de lluvia, lo que eleva el riesgo de inundaciones significativas.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos también advirtió sobre una posible marejada ciclónica en las costas de Belice y la península de Yucatán, con un incremento del nivel del mar de entre 0.3 a 0.9 metros en las zonas cercanas al paso del centro de Sara. Las olas grandes y destructivas podrían agravar las condiciones en la región.

En Honduras, las lluvias continuaron en el norte del país, donde se esperan precipitaciones de hasta 8 cm, aunque algunas áreas podrían recibir hasta 1 metro de lluvia, lo que podría provocar inundaciones catastróficas. Los habitantes de la región ya han experimentado los efectos de tormentas anteriores, como Eta e Iota, que causaron estragos en 2020.

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