¡Al fin! Nos libramos de ‘espotiza’ política

Con la veda electoral, la llamada “espotiza” llegó a su fin.

Y es que durante el periodo electoral 2023-2024 los mexicanos fueron sometidos a una intensa campaña propagandística de los candidatos políticos en medios de comunicación, conocida por algunos como la ‘‘espotiza’’.

Esta generó una cantidad ‘‘bestial’’ de anuncios electorales colocados por órdenes gubernamentales dentro del tiempo comercial de televisión y radio, tiempo que en cada época de elecciones le es “secuestrado” a los medios de comunicación sin que puedan comercializarlo.

De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), se transmitieron hasta 70 millones de spots en todos los medios, lo que en opinión de analistas representa una saturación que llega a ser molesta para los ciudadanos, además de una importante pérdida comercial para los medios de comunicación. 

SECUESTRAN TIEMPO

Uno de los aspectos más polémicos de la ‘‘espotiza’’ es que, desde el año 2007, el Estado mexicano prácticamente “expropió” una cantidad considerable de tiempo aire de los medios de comunicación sin pagarles un solo centavo, lo que representa una afectación para la industria, y es visto como un “impuesto disfrazado” aplicado por el gobierno federal a las empresas mediáticas.

El gobierno federal mandata que cada canal de televisión y estación de radio debía transmitir hasta 96 spots políticos al día, lo que equivale a 48 minutos diarios de su tiempo comercial.
De acuerdo con un cálculo aproximado a valor actual, esto representa un costo de unos $22,000 millones de pesos en tiempo comercial de medios electrónicos, mismo que las empresas mediáticas sufren como “merma”. 

Además de la afectación para los medios de comunicación, la ‘‘espotiza‘‘ también generó una saturación para los ciudadanos, lo que a su vez empuja a que mucha de la audiencia deje de ver o escuchar a los canales o estaciones de los medios de comunicación.

DESDE 2007

Esta “invasión” del tiempo comercial de los medios para uso de los partidos políticos comenzó tras las reformas implementadas entre 2007 y 2008, durante la administración federal del panista Felipe Calderón, para supuestamente prohibir ‘‘la injuria’’ en los comerciales electorales de radio y televisión.

Fue en 2012 cuando esta política pública se estrenó en campañas presidenciales, cuando contendían Enrique Peña Nieto por el PRI, Josefina Vázquez Mota por el PAN, Andrés Manuel López Obrador por el PRD y Gabriel Quadri por Nueva Alianza. 

En aquella ocasión se transmitieron 19 millones de anuncios de los diferentes partidos en todos los canales de todos los medios de radio y televisión. 

Equivalente entonces al 25% de sus ventas, al ser obligados a entregar gratuitamente una cuarta parte de sus espacios comerciales disponibles para anuncios que controla el organismo.