Partido Comunista chino apoya visión económica de Xi Jinping

El Partido Comunista chino, que gobierna el país, concluyó este jueves una reunión de alto nivel con su apoyo a las políticas que pretenden consolidar el poder tecnológico del país y fortificar su seguridad nacional.

Un comunicado publicado al cierre de la reunión sólo ofrecía un resumen general de las decisiones tomadas. Las tareas abordadas en la reunión se completarán para 2029, el 80mo aniversario de la fundación de la República Popular China, señaló el comunicado.

La agenda de la reunión se centró en parte en estrategias de crecimiento económico autosuficiente en un momento en el que China enfrenta crecientes restricciones de acceso a mercados occidentales para tecnología avanzada, como procesadores de vanguardia e inteligencia artificial.

Mercados e inversionistas extranjeros seguían la reunión para ver qué podría hacer el partido para contrarrestar una crisis en el sector inmobiliario chino y la débil confianza de los consumidores que han lastrado la recuperación del país de la pandemia del COVID-19.

El crecimiento económico decreció un 4.7% interanual en el trimestre de abril a junio, mientras las inversiones en bienes raíces y las ventas de propiedades siguen en declive pese a una serie de medidas para animar a las familias a comprar vivienda.

Recientes reportes en medios estatales y comunicados previos del gobierno sugieren que Beijing podría seguir priorizando la inversión en tecnología y fomentando que las empresas mejoren su equipamiento y conocimientos en línea con la petición del líder Xi Jinping de un “desarrollo de alta calidad”.

También prometió mejoras en la distribución de ingresos, mercados laborales, seguridad social y sistema de salud, sin dar detalles.

El comunicado también mencionaba la necesidad de enfrentar los riesgos en el mercado inmobiliario y otras amenazas a la economía, sin concretar.

Otra prioridad es aliviar la presión financiera sobre gobiernos locales que han acumulado enormes deudas tras una campaña contra el endeudamiento excesivo de las promotoras de bienes raíces que sumió en una crisis al sector, lo que a su vez cortó una vía crucial de ingresos asociada a los impuestos de licencias urbanísticas.