Israel amanece en huelga en solidaridad con rehenes asesinados

La central sindical Histadrut, la más grande de Israel, anunció una huelga general en demanda de negociaciones que aseguren la liberación de los rehenes capturados por Hamás en Gaza. 

La convocatoria llega tras el anuncio del Ejército israelí de haber recuperado los cuerpos de seis rehenes de un túnel en Gaza, una noticia que ha generado una ola de indignación en todo el país.

"A partir de hoy lunes, la economía israelí se paralizará por completo; a las 08:00 de la mañana, el aeropuerto se cerrará y se suspenderán todos los despegues y aterrizajes", declaró Arnon Bar David, presidente de Histadrut. 

"Debemos detener el abandono de los rehenes", añadió tras reunirse con familiares de los secuestrados, que fueron tomados por Hamás, una organización considerada terrorista por Israel y muchos otros países, incluidos Alemania y Estados Unidos, durante los ataques del 7 de octubre.

Bar David criticó la falta de avances en las negociaciones para la liberación de los rehenes, señalando que "estamos recibiendo bolsas con cadáveres en lugar de un acuerdo". Enfatizó que solo una intervención contundente podría presionar a las autoridades para que actúen. 

"Necesitamos un acuerdo, y eso es más importante que cualquier otra cosa", dijo, denunciando que la falta de progreso se debe a razones "políticas", lo cual calificó de "inaceptable".

En medio de este clima de tensión, líderes de la oposición, como Yair Lapid, y figuras prominentes, como el alcalde de Tel Aviv, han apoyado la convocatoria a la huelga general. 

Contexto del conflicto entre Israel y Hamás

El conflicto entre Israel y Hamás ha sido largo y violento, con episodios de enfrentamientos intensificados en los últimos años. 

Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, ha sido responsable de múltiples ataques con cohetes contra Israel, mientras que Israel ha llevado a cabo operaciones militares en Gaza con el objetivo de detener estos ataques y desmantelar las infraestructuras terroristas. 

El secuestro de rehenes por parte de Hamás durante los ataques del 7 de octubre ha añadido una nueva capa de complejidad y tensión al conflicto, exacerbando el dolor y la desesperación en ambos lados.