Impone Estados Unidos aranceles del 25% a México y Canadá

El gobierno de Estados Unidos ha decidido imponer aranceles del 25% a los productos importados de México, como parte de una estrategia para presionar al país a colaborar más activamente en la lucha contra el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, explicó este sábado la Casa Blanca.

El presidente Donald Trump justificó esta medida al señalar que el fentanilo es la principal causa de muerte entre estadounidenses de entre 18 y 45 años y que, a su juicio, México debe hacer más para detener el flujo de estas sustancias hacia su país.

A través de un comunicado se explicó que los aranceles permanecerán en vigor hasta que México tome medidas más firmes para combatir el narcotráfico. Trump acusó a los cárteles mexicanos de ser los principales traficantes de fentanilo, metanfetamina y otras drogas sintéticas, y de tener una alianza con el gobierno mexicano, lo que pondría en riesgo la seguridad nacional y la salud pública de Estados Unidos.

Además de los aranceles impuestos a México, Estados Unidos también aplicará un arancel del 25% sobre productos canadienses y un 10% sobre los recursos energéticos de Canadá, como parte de un esfuerzo para presionar a este país a cooperar en la lucha contra los narcotraficantes y la seguridad fronteriza.

En su comunicado, se destacó que Canadá también está enfrentando un aumento en la producción de fentanilo, lo que ha llevado a incautaciones récord de esta droga en la frontera norte de Estados Unidos.

Trump también anunció que, además de las medidas contra México y Canadá, se aplicará un arancel del 10% a los productos provenientes de China hasta que este país brinde su plena cooperación en la lucha contra el tráfico de fentanilo.

El gobierno de Trump ha acusado al Partido Comunista Chino de subsidiar la exportación de fentanilo y de no frenar el negocio ilícito de esta droga.

El gobierno estadounidense también defendió la política de aranceles, citando un estudio de 2024 que afirmó que los aranceles impuestos durante la primera administración de Trump ayudaron a fortalecer la economía de Estados Unidos y promovieron el regreso de industrias clave, como la manufactura y la producción de acero.

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