Hacen campaña para pagar defensa de acusado de asesinar a CEO

Una campaña de recaudación de fondos ha generado controversia tras intentar financiar la defensa legal de Luigi Mangione, acusado de asesinar a Brian Thompson, el director ejecutivo de UnitedHealthcare.

La campaña ha recaudado más de 100,000 dólares en el sitio de financiación colectiva GiveSendGo, superando la mitad de su meta de 200,000 dólares, informó Forbes.

Mangione está acusado de matar a Thompson en Nueva York, cuando este último llegaba a un hotel para una conferencia.

La recaudación fue iniciada por un grupo denominado Comité Legal del 4 de Diciembre, cuyo nombre hace referencia a la fecha del asesinato. El grupo afirma que su propósito no es celebrar la violencia, sino defender el derecho constitucional de Mangione a una representación legal justa. 

Sin embargo, la recaudación ha generado críticas. GoFundMe, una plataforma popular de financiación colectiva, ha eliminado al menos tres campañas de apoyo a Mangione, ya que prohíbe las recaudaciones para acusados de delitos violentos.

Otros sitios web, como Reddit, Amazon y Etsy, también han eliminado contenido relacionado con Mangione, incluidos productos con lemas como “Liberen a Luigi” y “Negar, defender, deponer”, frases vinculadas a su arresto.

La recaudación de fondos ha encontrado respaldo entre aquellos que ven a Mangione como un símbolo de resistencia contra la industria de la salud y sus prácticas. Según sus defensores, Mangione actúa como un mártir contra la avaricia corporativa.

La policía, sin embargo, encontró evidencia preocupante en su posesión, como un manifiesto contra el sistema de salud y una pistola con un silenciador impresa en 3D, lo que ha complicado aún más la percepción pública del caso.

El abogado de Mangione en Pensilvania, Thomas Dickey, ha señalado que probablemente no aceptará dinero de la campaña para representar a su cliente, aunque reconoció el apoyo que Mangione recibe de sus seguidores.

El acusado, que está esperando ser extraditado a Nueva York, se declaró inocente y está impugnando su extradición, mientras la opinión pública se polariza sobre su caso y las implicaciones que tiene para el sistema de salud estadounidense.