¿Es ChatGPT una herramienta o trampa académica?

Con el inicio del nuevo año académico, los estudiantes universitarios de EUA se enfrentan a un desafío adicional: las políticas sobre el uso de inteligencia artificial generativa en sus cursos.

Instituciones como la Universidad de Cornell y la Universidad de Columbia han optado por permitir que los profesores decidan individualmente el grado de utilización de herramientas como ChatGPT de OpenAI en sus clases. 

Algunos pueden optar por integrarlas como parte del aprendizaje, mientras que otros prefieren prohibirlas completamente.

Desde el lanzamiento de ChatGPT, que causó una conmoción en el ámbito educativo al ofrecer a los estudiantes la posibilidad de generar tareas con solo unas pocas indicaciones, profesores e instituciones han estado debatiendo su uso. 

Aunque el contenido generado no siempre es preciso, su facilidad de uso ha generado preocupación.

Después de casi dos años de debates, capacitación y pruebas, las universidades han comenzado a definir mejor el papel que la inteligencia artificial debe desempeñar en el aula. 

Sin embargo, reconocen que todavía es un proceso de aprendizaje con muchas incógnitas. Además, aplicar una política específica no siempre resulta sencillo.

Algunas reglas

Por ejemplo, Jonathan Rees, profesor de historia en la Universidad Estatal de Colorado, planea informar a sus estudiantes que el uso de inteligencia artificial para escribir ensayos no está permitido en su clase. 

Aunque admite que podría no detectar su uso, confía en que los ensayos generados por IA serían de tan baja calidad que recibirían malas calificaciones.

"La política que he adoptado es 'no usar IA'", explicó Rees. "Si la usas, probablemente obtendrás una mala nota".

En contraste, la Universidad Estatal de Arizona (ASU) ha adoptado un enfoque diferente. Este año, se registró para usar ChatGPT Enterprise de OpenAI, y ha proporcionado retroalimentación que ayudó a desarrollar ChatGPT Edu, una versión más accesible para el entorno educativo. Según Lev Gonick, director de información de ASU, este producto se utiliza para una amplia gama de tareas, desde tutorías personalizadas hasta la redacción de solicitudes de subvenciones.

A diferencia del enfoque de prohibición en Colorado State, ASU ha integrado activamente la IA en sus cursos. En una clase de inglés de primer año, por ejemplo, se pidió a los estudiantes que escribieran un texto con su propia voz, luego generaran otra versión utilizando IA, y finalmente compararan las dos para mejorar su estilo de escritura.